La cuestión es que, si uno indaga más o menos concienzudamente, puede descubrir tantas demostraciones empíricas de esta cuestión que no queda otra que reconocerlo, afrontarlo y vivir con eso. Ejemplos sobran:
- En mi juventud me consideraba (o me creía) rebelde, suponía que fumar en un colectivo era un mensaje punk-subversivo que era necesario para una sociedad careta y no sé cuántas pelotudeces similares; hoy me enferma sobremanera que alguien abra el cartón de leche por la "otra" solapa en lugar de la que tiene la línea punteada.
- El acto reflejo del título de este post fue, obviamente, la canción que dice "El tiempo pasa, nos vamos volviendo viejos". El solo hecho de conocer esa canción es una muestra cabal de su veracidad.
- El 89% de los jugadores de fútbol son más jóvenes que yo. Tipos que hace dos mil años que juegan y son jodidamente conocidos en el mundo son menores, como Riquelme, que tiene 2 años menos.
- Lo mismo me pasa con las minas de la tele: Kate de Lost tiene 3 años menos. Megan Fox tiene 10, DIEZ años menos. Mátenmé ya mismo.
- Puedo mirar una hora y media de MTV sin reconocer ni a un solo artista, ni siquiera una canción, aunque sea de oído.
- Ya hace más años que terminé la secundaria que la edad que tenía en ese momento.
- Cuando veo a una pendeja de 14 ó 15 medio putona en la tele, en lugar de pensar "cómo la parto a esta pendeja" pienso "si yo fuera el padre me querría cortar la gaviota con un subtepass".
- Si pienso en un fin de semana ideal de vacaciones de padre, sólo incluye revolcones, libros, mantas calentitas y mandarinas.
Pero bueno, no me quejo. Pero sería ser viejo Y de River.
Yo iba al Italpark cuando Megan Fox estaba en jardín de infantes.