26 December, 2013

El pelotudo y la calor

Ya sabemos que el pelotudo está arraigado en la sociedad, que es el que le da cuerda al cucú de esa gran Carlos Paz que es la vida en sociedad, pero nunca viene mal algún que otro tip para descubrirlo rápido, con lo jodido que es estar perdiendo el tiempo bajo el rayo del sol.

El pelotudo, como ya hemos dicho, ama compartir máximas como si fueras ciertas, como si fueran propias y como si no las hubieran recitado 15 generaciones de pelotudos antes que él. De las miles de sentencias posibles, la más utilizada por el pelotudo es "la resolana te mata". Lo que te mata es que te hayan desenchufado la incubadora, pelotudo.

El pelotudo cree ser conocedor del paño y, cuando sube a un ascensor, dice "ya sé que lo dicen todos, pero qué calor, eh". Claro, metiste un legal que te exime de ser pelotudo. Bueno, estaría siendo que no, que sos un pelotudo igual, y a conciencia.

El pelotudo con suerte y celular con cámara no pierde oportunidad de sacarse una regia foto de su pie en el agua y después subirla a Facebook esperando likes y frases tipo "cómo te envidio Martuuuuuuu!". En mi caso, lo que veo es un pelotudo con un pie fresco y el resto del cuerpo a 39°, que seguramente le está tirando gotas de chivo a la pantalla del celular mientras se hace el Walt Disney.

El pelotudo se pasó todo el invierno pidiendo verano, y ahora, cuando se da cuenta que se arrancaría la piel con una pico de loro, se niega a admitir el error y defiende hasta el paroxismo su estupidez. Y usa musculosa, además.

Igual, este texto no tiene sentido: si lo estás leyendo es porque, como yo, no estás en una regia pileta y/o tomando un trago refrescante sino delante de una computadora sintiéndote Hércules porque tenés aire.

A la final, pelotudos somos todos menos Ricardo Fort, que la hizo re bien. Ah, no, perá...

El pelotudo combatiendo la calor.