Evolucionemos

Dice un viejo axioma que Tragedia + Tiempo = Comedia. Bueno, en algunos casos, la ecuación se invierte y es Comedia + Tiempo = Tragedia. ¿Cuáles son esos casos? Aquéllos en los que algo gracioso, ingenioso y/o creativo se vuelve monótono y aburrido con la repetición. Todo tiene su ciclo, y hay que saber reconocerlo.

Por ejemplo, las frases hechas: hay algunas que son geniales, pero ya no dan para más y necesitan un reemplazo.

- "¿Es a las 9? Si ves que a las 9:30 no llegué, arranquen.".
Es buenísima, pero caducó en 2002. Si la decís hoy, ya no sos gracioso, sos un pelotudo que no se supo aggiornar, ¿tamo?


- "Che, me la vas a hacer giratoria" cuando alguien cierra fuerte la puerta del auto.
A esta altura deberías haberte dado cuenta solito que te quedaste en el tiempo. Hacé la cuenta: ¿cuántas veces te cerraron fuerte la puerta en el último año? Ah, ¿viste que lo dijiste muchas veces? Bueno, ahora que te diste cuenta, poné la pinchila en el "marco" de la puerta y cerrá fuerte, por gil.

- "¿Cómo andás?
- "Mal pero acostumbrado".

A ver, mamerto, cuando uno le pregunta a alguien cómo está, en realidad le chupa un huevo, ¿sabés? Sí, aunque no lo creas. Sólo se hace para ser cortés, para decir algo neutro y no algo más real como "son las 9 de la mañana, no me rompas las bolas y correte para allá que este ascensor de mierda huele a bolas". Nada, eso, fijate.

- "¿No tenés más chico?"
Sí, tengo más chico, más grande, otro igual, tengo euros y tengo cheques al portador. Lo que pasa es que te pago con un billete de 100 porque siempre tuve mala onda con Roca, ¿mentendés? Era un hijo de puta, mató a los indios, no da. Encima es violeta, no está bueno un asesino de indios con la cara violeta, es como que se está por morir pero no, no se muere... No, pelotuda, no tengo más chico. Morite.

Claro, a este post le falta una parte importante: proponer frases de reemplazo; porque quejarse se queja cualquier, pero de propuestas nada, ¿no? Y sí, exacto, nada, porque acá somos así. Y si no te gusta andate hasta la puerta de América y contá cuántas veces le dicen a Majul que es un pelotudo. Empieza a las 9, si ves que a las 9:30 no llegué, vos arrancá.

¿No tenés más chico?

Dos mil doce

Dicen que el año que viene se acaba el mundo. En realidad iba a ser en 2010, pero Barrionuevo dijo "tenemos que dejar de hablar del fin del mundo por lo menos por dos años", así que se pasó para 2012. Pero lo importante no es cuándo sucederá, sino el por qué. Simple: porque nos lo merecemos.

Nos lo merecemos porque mientras hablamos de evolución, de avance y de mejora en la calidad de vida, todavía nadie fue capaz de inventar un rallador de queso que no sea imposible de lavar.

Nos lo merecemos porque nos pasamos las noches que nos quedan de vida mirando cómo a Momia Casán se le derrite la cara por el calor del estudio en el programa de Tinelli.

Nos lo merecemos porque cada fin de semana hay 40.000 infelices en algún lugar del mundo llenando un estadio para ver a Arjona; y cada cuatro años, cuando la naturaleza retoma su curso durante un mes y los estadios se llenan de gente mirando un partido del mundial, antes que empiece cantan Shakira y David Bisbal.

Nos lo merecemos porque vivimos en un mundo en el que un lechón de 114 kilos como Fabbiani cobra una fortuna por jugar a la pelota, mientras yo tengo que pagar 10 mangos para jugar al papi fútbol.

Nos lo merecemos porque vivimos en un mundo en el que millones de pibes y pibas saben quién es Justin Bieber, pero no tienen idea de quién es Richard Dean Anderson. No conocen a Mc Gyver, ¿mentendés? ¡No conocen a Mc Gyver!

Nos lo merecemos porque vivimos en un mundo en el que las librerías tienen como best sellers a Belén Francese y a Toti Pasman.

Y no sólo es por una cuestión de merecimientos, también hay un factor fundamental: lo mejor ya pasó. Ya terminó Lost, ya terminó La torre oscura de Stephen King, ya se retiró el Diego, ya no existe el Doble carne doble queso de Mc Donalds, ya se murió Joey Ramone, ya murieron Mirtha Legrand y el Carlo. Bueno, ok, esto último todavía no, pero uno imagina que les queda poco, ¿no? ¿NO?

Al final, casi que dan ganas de terminar con la agonía y salir a parar de pecho un 39 Ramal 3, en lugar de esperar hasta el año que viene. Eso sí, que sea después del 9 de abril, a ver si todavía nos perdemos la milonga Pilotil.

Nuestros hijos crecerán leyendo a esta literata

y el manual Kapelusz con un post del Piloto. Dejá, boludo, dejá.

La fiesta inolvidable

La cosa es así: el sábado 9 de abril a la noche se realizará el primer Encuentro Nacional del G.D.P.M.D.Q.P.A.E.R.G.D.L.M.O.M.H.S.M.A.E.P. (Grupo De Personas Mentalmente Dañadas Que Por Alguna Extraña Razón Gustan De Leer Más O Menos Habitualmente Se Me Apagó El Piloto). El nombre de la agrupación todavía está en revisión, desde el departamento de marketing me dicen que no tiene mucha recordación. No entienden nada.

La cita se realizará en el bar Big Mamma, ubicado en Juramento 2156 del paquete barrio de Belgrano. Es éste de acá.

Hasta acá todo muy lindo, se augura una convocatoria masiva y multitudinaria, que más o menos es lo mismo pero suena bien como tándem gramático. Bueno, quizá no sea ni tan masiva ni tan multitudinaria, pero si no agito yo, estamo al horno.

Pero no todo es tan simple, querido poligrillo. Si querés estar en la milonga, tenés que calificar completando este cuestionario:

1. Nombre / Nick (no es que uno se llame Nick, se entiende):
2. Quiero ir a la milonga Pilota: SI / NO
3. Si digo que voy, es porque voy: SI / NO
4. Me gusta Valeria Lynch: SI / NO
5. Me alegra el regreso de Nico Repetto: SI / NO
6. Le creo a Saldívar: NO / NO
7. Amo los sánguches de jamón y lechuga: SI / NO
9. Le daría amor ininterrumpido a Jennifer Aniston en cuanto me lo propusiere, sin importar mi sexo ni estado civil: SI / SI
10. Le queda una sola bala, ¿en quién la gasta? Arjona / Ricardo Fort / Usted mismo
11. Yo soy: AlPacinista / RobertDeNirista
12. Me di cuenta que no hubo punto 8: SI / NO
13. Quiero una remera del Piloto: SI / NO
14. Si existiera, me compraría un libro en papel del Piloto: SI / NO / ¿VOS ESTÁS EN PEDO O DESAYUNASTE BILIS, BOLUDO?

Bueno, tampoco es tan estricta la cosa. Pueden avisar que van y nada más, pero el cuestionario ayuda a construir un perfil. Eso sí, por favor los que dicen que van, vayan.

Me encantaría que seamos un montón montón. Si ustedes tienen el mismo plan, pues a por él.

Disculpe las molestias, estamos trabajando para usted.

Causa y efecto

Cada vez que Marcelo Araujo le agrega una S a "Banega" y relata "Banegas", a Ruggeri se le pierden las suyas y dice cosas como "lo jugadore son todo uno cagone".

Cada vez que alguien dice "de un tiempo a esta parte" o "me tiene sin cuidado", al cadáver de Borges le nace un gusano con la cara de Graciela Alfano en la zona donde antes tenía los huevos.

Cada vez que Majul dice "no creas en todo lo que dicen", a Arjona le confirman una nueva fecha en Buenos Aires.

Cada vez que Marley se sube a un avión para visitar un lugar del mundo que no conocía, un balsero cubano tiene un tic nervioso, se saca un ojo con un remo y muere ahogado a 400 metros de una parrilla argentina en Miami Beach.

Cada vez que alguien decide gastar dinero real mandando SMS's para que se vaya un participante de Gran Hermano, la tesorera de la cooperadora de un colegio primario pierde toda la recaudación en el Bingo de Lomas de Zamora.

Cada vez que Charlie Sheen se toma un pase de fafafa, De la Rúa se pone contento porque le llega un SMS de Personal avisándole que con una recarga de $30 triplica el crédito.

Cada vez que una modelo que sale en pelotas en una revista dice "me sentí muy cuidada", un cristiano guglea "fotos de enanos garchando" con el plan de pegarse un cuscazo, y en lugar de eso termina en SMAEP leyendo boludeces y cusqueándose con una foto de Saldívar.

No sé si la naturaleza será sabia, pero boluda no es.

El mini-Alí dijo "Me sentí muy cuidado".

El tetón de atrás respondió "Me tiene sin cuidado".

"Cerrá el orto, chino pelotudo" espetó el mini-Rolando Hanglin y se fue a ver Argentinos-Banfield.

Código penal

Ante la ingente cantidad de denuncias recibidas por las autoridades sobre hechos que aunque no parecieran incurrir en delito alguno no dejan de repercutir negativamente en la calidad de vida de los denunciantes, se procede a modificar el código penal y procesal, incluyendo las siguientes leyes y sus correspondientes castigos:

Ley de Etiquetación Indiscriminada: aquél usuario de Facebook que etiquetare a sus congéneres en publicaciones del estilo "Vendo Fiat 147 '94" sin previa aprobación del etiquetado, incurrirá en grave contravención y deberá ser condenado a una pena intermedia de "aplicación de golpe con sartén en zona bucodental", o similar.

Ley de Tergiversión de Lenguaje: aquél que optare por reemplazar las palabras "beso", "hola" y/o "chau" por  aberraciones gramticales tales como "besis", "holis" o "chauchis", incurrirá en grave desacato y deberá ser condenado a una pena intermedia de "aplicación de bastonazo y/o raquetazo en zona pelviana, a repetición", o similar.

Ley de Ubicabilidad Sweateril: aquél que, contando con la manifiesta posibilidad de realizar sus actos de otro modo, decidiere colocar una prenda de vestir ubicada de categoría "sweater" en la zona comprendida entre la nuca y los hombros, incurrirá en gravísimo delito procesal y deberá ser condenado a la pena de alto grado de "ingesta repetida, prolongada y abusiva de sandwiches de jamón y lechuga". El agravante de "juntar ambos puños sweateriles, creando una única unidad puñil ubicada sobre el área pectoral del portador", será condenado indefectiblemente a la "escucha prolongada y permantente del material musical de Nicole Neuman, Teto Medina, Guillermo Vilas, Meta Guacha y Ricardo Arjona", o similar.

AGREGADOS:

Ley de Cucharitibalidad Lluvil: aquél que considerare oportuno mencionar incansablemente que los días de lluvia son ideales para hacer cucharita y/o comer tortafritas, incurrirá en delito menor y deberá ser condenado a la "aplicación de posición 'cucharita' con un convicto del pabellón de 'violadores y pedófilos' del penal de Batán", o similar.

Ley de Higienización Universal: aquél que omitiere lavarse las manos después de ir al baño, incurrirá en gravísimo desacato y deberá ser condenado a trabajos forzados consistentes en la "higienización y lavado a mano de zona ano-coxial y genital de ancianos", sin utilización de material aséptico alguno y por un período no menor a 5 años o hasta el fallecimiento del anciano en cuestión, lo que ocurriere primero. O similar, claro.

Señoras, señores, el delito avanza a pasos agigantados; es nuestra obligación nunca dejar de perseguirlo, alcanzarlo y darle castigo.
Así sea.

Boy Olmi, condenado por romper la "Ley de Ubicabilidad Sweataril"

y por "Portación de Nombre Estúpido".

Panic attack

Hay cosas que me dan miedo. Miedos de todo tipo: lógicos, inverosímiles, irracionales, místicos, estadísticos, de todo. Y lo mejor que uno puede hacer con sus miedos es, lógicamente, anularlos con argumentos ayunos de toda seriedad y rigor científico, pero dotados de una gran capacidad de convencimiento. Por ejemplo, córner para el equipo rival, patea el jugador, la pelota viaja unos 3 metros y ahí nomás el grito: ¡Quiricocho! Para el desinformado, Quiricocho era un visitante habitual de las prácticas de Estudiantes de La Plata, conocido por su irremediable mufa, lo que le valió una popularidad inusitada y terminó por ocupar el primer puesto en los nombres gritados con intención de cagarle la vida al contrario. Es como el Pugliese Pugliese Pugliese, pero al revés. Lo bueno de Quiricocho es que sólo mufa a la contra, mientras que el propio equipo es inmune a la proclama. No es como nombrar al ex presidente turco, que con su sola mención puede provocar un sismo de 11.4 en la escala Richter y terminar con la vida del que patea el córner, el que cabecea, los otros 20, el referí, Chiche Niembro y Quiricocho, que seguro andaba por ahí dando vueltas. Pero claro, el rival también conoce a Quiricocho, y lo invoca del mismo modo que uno. ¿Y qué pasa ahí? Y nada, boludo, ¿por qué te pensás que a veces se gana y a veces se pierde? Uno es cabulero pero no es boludo, che.

Decía, me dan miedo muchas cosas y las enfrento con lo que tengo a mano. Tengo el huevo izquierdo casi violeta por la cantidad de veces diarias que me lo estrujo con la mano derecha ante una eventual situación negativa. En un tiempo me va a empezar a dar miedo tener un desgarro testicular y no sé cómo voy a neutralizarlo.

Tengo miedo de que se me caigan las llaves del auto por el hueco de un ascensor las ranuras de un bocacalle.
Tengo miedo de ir a un baño público y que me quede un manchón caquil en la parte trasera del pantalón sin que me dé cuenta, y que todo el mundo lo vea y se ría en voz baja pero no me lo diga. Y que justo pase Evangeline Lilly (Kate en Lost) diciendo "he decididou tener sexou con un arshentain coloradou, ¿sabe dónde encontrar coloradou?", me vea y, cuando esté por cumplir su sueño (porque es el sueño de ella, para mí es una gilada más), descubra mi pantalón cagado y se vaya a encerrar en el Faena Hotel a comer tostadas con Nutella.
Tengo miedo de que un día me guste el reggaetón.
Tengo miedo, pánico, de lastimarme de tal modo que no pueda jugar más al fóbal dos veces por semana.
Tengo miedo que mis compañeros de fútbol lean esto y planeen lastimarme jodidamente para librarse de mis repetidas y lamentables actuaciones.
Tengo miedo de los comerciales de Coca Cola. No sé, me dan miedo.

Pero, sobre todo, tengo miedo de descubrirme a mí mismo en una discusión política cualquiera y escucharme diciendo algo tipo "viejo, al final Majul tiene razón". Ese día me unto la cara con mermelada de frambuesa, me compro doce mil abejas y me hago picar hasta morir.

Hasta ese día, nada es tan terrible como para asustar. Y de última me toco el huevo.

"Tener pantalón cagadou, ¿entiendes? Cagadou.

La vida ser una mierdau."

Mandá "Me chupa un huevo" al 2020

Nunca entendí bien qué es lo que fascina tanto del chusmerío. Es realmente asombroso el rating televisivo y conversatorio que tienen esos temas, porque si las miles de personas que miran a Rial o a Canosa se quedaran en eso vaya y pase, pero no: después inundan toda conversación sobre temas trascendentales como la musculosa de Cristian U o el día que Zulma se zarpó de fafafa y terminó boqueando cual bagre recién pescado en Crónica.

Los titulares farandulescos tipo "La dieta milagrosa de Silvia Süller: bajó 214 gramos en 7 meses" o "Susana recuerda a Jazmín en el primer aniversario de su muerte" me resultan tan inexplicables que no puedo siquiera analizarlas. ¿Qué tan interesante puede resultarle a alguien enterarse que Momia Casán compró 100 de mortadela en un maxikiosko de Florencio Varela? Y sin embargo compran las revistas, miran los programas y después comentan. Y ahí está lo jodido: comentan a todo el mundo. El farandulero no parece diferenciar a sus congéneres de aquellos que mataríamos a ladrillazos a Rial, y nos convidan con su fascinante información. Y lo peor es que la estupidez chusmeril ya no es patrimonio exclusivo de señoras gordas cuarentonas; hoy te podés encontrar en una charla post-papi fútbol y escuchar atrocidades tales como "¿viste que Tristán se está comiendo a Jennifer López?" de boca de señores gordos, pelados y transpirados, ataviados con la camiseta suplente de Brown de Adrogué. Este mundo se está yendo a la mierda y nadie parece darse cuenta.

Aunque tan odiosos como esos son los que se hacen los cultos y afirman "no veo tele". Primero que es mentira, y segundo que sos un pelotudo si creés que eso te convierte en mas inteligente o que con eso vas a garchar más. Podés mirar tele y aún así ser una persona respetable; con no mirar a Tinelli casi que alcanza y sobra.
Pero ni esos pelotudos ni yo (que trato de escaparle a esa info imbécil) somos inmunes, y terminamos estando al tanto de parejas ridículas como Redrado-Salazar, Biassati-Fal o estupideces semejantes.

Ojo, todo esto lo diré mientras continúe viviendo en el más absoluto de los anonimatos; si algún día me vuelvo famoso daré notas en todos los programas y regalaré titulares tipo "Ale y elpibesuyo pasearon por Aldo Bonzi".

"Ricardo Fort almorzó penne rigatti a la crema con poco queso."

¡¿Y qué carajo me importa?!

Cosas que deberían cambiar (II)

Estamos en el año 2011, la tecnología está al alcance de casi todo el mundo y casi todo es posible; una feta de queso de máquina viene con wi-fi y acceso a Facebook. Y aún así, hay cosas que se resisten a aggiornarse y adaptarse a los nuevos tiempos. ¿Como qué? Y leé, papafrita:

- Blusa / Solera: es menester que se invente YA una palabra nueva para esa prenda de vestir femenina. Escuchar la frase "qué linda blusita" me hace envejecer 15 años de inmediato. Porque además le entran sin asco al diminutivo, como para alivianar la vejez, y le dicen "blusita" y "solerita". Así no va.

- Los panes lactales de la punta: si sabemos que nadie los come, no lo pongan más en el paquete. Nos están robando plata y están generando un desperdicio de comida totalmente evitable. No sé, guarden todos los panes de la punta y hagan un budín de pan gigante para regalar, algo así.

- Los timbres "ding dong": esos aparetejos del demonio no permiten al timbreante personalizar la acción. En un timbre común uno puede tocar 7 rings cortitos e histéricos, uno largo como los que hace mi madre, o simplemente un ring neutro. En todos los casos, podemos dar una primera información al dueño de casa sobre nuestro estado de ánimo. En cambio, ese ding dong saldivarista del orto hace oídos sordos a nuestra desesperación y suena siempre igual, despacito y tomándose el tiempo que le parece a él, que no es más que un rejunte de cables y malas intenciones.

- El ferrocarril San Martín: no me importa cuál sería el plan B, pero así como está funcionando no sirve para nada. No sé, que saquen el tren y pongan una fila de refugiados ucranianos que lo lleven a uno de brazo en brazo de Santos Lugares a Palermo, o una cinta de transporte eterna en la que uno sólo tenga que pararse y llegar a destino. Y si llueve, los ucranianos nos tapan con trapos o algo así. Se pueden usar las miles de banderas argentinas que decían "Argentina Campeón del mundo 2010" y jamás se vendieron.

- Majul.

- La ley natural de engordabilidad adquirida: cuanto más gusta algo, más engorda y/o peor hace. Eso es de hijo de puta. Lo obliga a uno a sufrir una de las dos grandes opciones de displacer universal: morfar como un búfalo y arredondearse en consecuencia, o estar en buena forma a base de barritas de cereal y estúpidas galletas de arroz. Propondría que el costo de una acción se vea reflejado en otro ítem de la vida. Por ejemplo: me clavo un doble cuarto de libra con queso y como consecuencia erro un penal; o me choco de frente contra una provoleta completa y eso me resta un 8% de chances de ganar el Loto, ponele.

Ojo, tampoco es para decir que todo está como el culo. Por ejemplo, Jennifer Aniston está soltera, y eso es un punto a favor del equilibrio cósmico.
Lo mío es sólo el intento de dar un pequeño paso para un pelotudo, pero un gran paso para la humanidad.

"Disculpa, ¿aquí pasar transporte ucraniano?

Sorry, mí no habla español".

Anxiety

Antes uno se podía dar el lujo de ser pachorro, de no vivir a los pedos y hasta de ver al mundo como un manojo de boludos mareados que no tenían tiempo ni para preguntar la hora. Se podía dividir a la gente entre ansiosos y no ansiosos. Hoy, ya no. Hoy la gente es ansiosa por definición.

Antes podíamos rebobinar un cassete dándole vueltitas con una lapicera Bic para ahorrar pilas durante 9 minutos, hoy nos hincha las pelotas esperar 40 segundos a que baje una canción en el Ares. Estamos mal, viejo.

Lo peor es que la ansiedad se evidencia en los actos más estúpidos de la cotidianeidad. Ver el caracolesco avance de la barrita de un mail que está saliendo puede llegar a provocar una embolia; me dan ganas de pegarle un puntinazo al monitor al grito de "terminá de salir, mail de mierda, ¡salí!".
El otro día enganché de casualidad el programa de Sofovich de los domingos: había una minita haciendo jueguitos con una pelota. Estuvo como 3 minutos. 3 MINUTOS de ver a una minita hacer jueguitos mientras el ruso la envidiaba en silencio por poder pararse sobre una sola pierna. Casi me muero de embole.

Y lo peor de todo es que el pico máximo de ansiedad generalizada se choca de frente contra el otro gran mal de la sociedad: la gente no tiene poder de síntesis.

A: Qué linda camisa, ¿dónde la compraste?
B: ¿Te gusta? Me la compré el otro día, estaba cansada de andar siempre con lo mismo así que me dije: Mariela, basta de andar siempre con lo mismo, salí de shopping y comprate todo. Había así y otra en verdecito claro, pero me pareció más linda ésta porque me combin...
A: ¡¡¡¡¡AAAAAHHHHHHHHHH!!!!!! ¡Hija de puta! ¡Decime dónde la compraste y después MORITE!

Se ve que la gente vive su vida cual Twitter, entonces se siente claustrofóbica teniendo que decir todo en 140 caracteres y cuando por fin puede desquitarse con un interlocutor de carne y hueso, se descarga y dice todas las pelotudeces que tiene atragantadas desde la mañana.

Pero claro, por otro lado estoy escribiendo un post larguísimo y debe haber gente que piensa "pelotudo, resumí, me da paja leer tanto". Y tendrán razón, así que acá les va el resumen del post.

La gente es ansiosa.
La gente es pelotuda.
Todos somos la gente.
Merecemos morir.
Majul es un infeliz.

Ok, quizá hubo un agregado conceptual al resumen, quévacé. Es lo que hay.

Pegale Messi, pegale, ¡pegale de una puta vez!

Efímero

Yo era flaco. Muy flaco. Tenía complejos de flaco. Tenía pelo largo y las colitas para atármelo me bailaban en la muñeca. ¿A quién le puede bailar algo que es elástico? Era colorado (aún lo soy, aunque cada vez menos) y me decían sombra de alambre. Soñaba con engordar unos kilos para dejar de parecerme a una cáscara de zanahoria y acercarme más a lo que usualmente eran los seres humanos. La vida era una mierda.

Ahora soy gordo. Bastante gordo, aunque todavía no alcancé el equivalente gordil de lo flaco que era. Si me pongo en cuero me parezco a una porción de budín de pan sobre un plato que se está cayendo de la bandeja de un mozo que se tropezó por la escalera. Sueño con bajar unos kilos para poder ir a una playa y que al primer vistazo me interpreten visualmente como un humano más y no como una tonina parada. La vida es una mierda.

Entonces, ¿la vida es una mierda siempre? Negativo. Hubo un momento de transición en el que fui un Robert Downey Jr esbelto y apuesto. Bueno, está bien, puede que esté exagerando. Pongámoslé un Suar joven. Ok, ni eso, siempre fui feo, pero en algún momento fui un feo esbelto. ¿Cuánto duró la magia? Dos semanas, tres con toda la furia. Como cuando nos cortamos el pelo: al principio nos queda como el orto; a la semanita se acomoda; durante otros 10 días estamos como queremos, nos miramos al espejo y pensamos idioteces como "hoy me doy", cosas así; después vuelta al proceso de tener el pelo más largo de lo deseado hasta parecer un cactus, hasta repetir el ciclo.

Por eso, señores, hay que saber aprovechar los momentos de éxito. La viveza radica en estirarlo lo más posible y, sobre todo, identificar el momento exacto del comienzo de la debacle. El riesgo de no atender esta lección es altísimo: podemos terminar en un loop infinito de seguros fracasos disfrazados de oportunidades, cual eternos Nicolases Repettos de la vida.

Y todo esto porque me pesé después de clavarme un paquete de alfajores Jorgito de dulce de leche, ¿a vos te parece?

Huelgan las palabras.

Fastidiódromo

A continuación, sin preámbulos y sin mayor explicación que el simple hecho de que es lo que tengo ganas de decir hoy, he de enumerar una cantidad de cosas que me molestan lo suficiente como para romperme las bolas, pero no tanto como para cagarme el día. A saber:

- Pisarme la botamanga del jean: es insoportable, me molesta sobremanera tener que andar a los saltitos como un boludo mientras el mundo camina tan suelto, tan horondo, tan sin pisarse la botamanga de jean. Muéransé, putos.
- Las cortinas de los almacenes: esas tiritas hule multicolores que no tienen ninguna función específica más que obligarlo a uno a entrar con las manos juntas cual nadador, son irritantes. Y las que tienen piedritas o caracolitos u otras estupidecitas chiquititas que además se te enroscan en los pies y pueden hacer que las rompas, más aún. Juicio y castigo a los cortineros.
- El taxista de esta mañana, que fue sólo a las dos primeras clases del curso de manejo y en la materia Caja de cambios I sólo aprendió hasta Segunda. El auto iba gritando cual Valeria Lynch con moquillo y problemas de hemorroides. Ah, qué dolor.
- La gente que dice que contesta con genéricos: "¿Sabés dónde está la sal?" "Ahí". ¿Ahí dónde, estúpido? ¿Ahí al lado del microondas? ¿Ahí en la guantera del auto de Mercedes Morán? ¿Ahí en la cucha del perro número 22 de Nicole Neuman? ¿Ahí dónde, pelotudo?
- Majul.
- No tener tiempo para hacer lo que me divierte porque las estupideces me ocupan el 98% de mis horas del día.
- La gente que insiste con que "el planeta nos está pasando factura por nuestro maltrato" para argumentar el tsunami: imbécil, ¿me explicás qué se supone que hizo el hombre para eso? ¿Pescó 3 viejas del agua y alteró el ecosistema marino?
- Ser el Benjamin Button del fútbol: voy involucionando inexorablemente hacia la nada misma. Si todo va como hasta ahora, en 2 años no sabré reconocer una pelota de una figacita de manteca.

La vida es una mierda pero nadie lo dice, ¿mentendés? ¿Ya lo dije? Pero la puta, me fastidia mucho ser repetitivo. Odio ser repetitivo, me molesta ser repetitivo. Odio la repetitivitud. Pero más odio a Saldvíar, pero me parece que ya lo dije.

Me fastidia que este pibe no viva cerca de casa;

me encantaría pegarle con una pala de canto en la nuca.

Lápiz japonés

Por si hay algún despistado que vive entre dos fetas de paleta sanguchera todavía no se enteró, en Japón hubo un terremoto de mil millón grados en la escala Richter, después un tsunami con olas de 750 metros de alto y después se suspendió el partido entre el Yokohama Marinos y el Suzuka Kneesbrakers porque al juez de línea le bajó la presión.

A continuación, un pequeño resumen de cosas que pasaron y están por pasar:

- Se van a hacer informes sobre los terremotos más pulentas de la historia.
- TN va a llamar a un argentino que vive en Japón para que cuente la situación "en directo", aunque el tipo esté a 12.000 kilómetros de distancia del epicentro.
- Va a colapsar el google earth de tantos boludos que van a entrar creyendo que es en vivo para ver cómo la ola gigante llega a Chile.
- Bonelli va a decir que es culpa del gobierno.
- Bonelli va a decir que según el INDEC no fue de 8.9 grados sino de 2.1.
- Los noticieros se van a preguntar ¿Puede llegar el tsunami a Argentina? y algún geólogo trasnochado dirá que sí, que hay chances, y algún boludo le creerá y le propondrá a su esposa vender todo y rajarse a algún país "serio y seguro" como Suiza o una pelotudez semejante.
- Los 33 mineros chilenos se van a meter otra vez en la mina para estar a salvo del tsunami. Después van a sacar un cartelito escrito en word e impreso en una Epson de chorro a tinta con la frase "estamos bien en el refugio los 33", pero como arriba no va a haber nadie, se van a morir de hambre, cada uno con las bolas peludas de un compañero frente a sus ojos como última imagen de este mundo.
- Los movileros de Crónica van a recorrer tintorerías, locales de sushi y el jardín japonés para hablar con la colectividad que vive acá, y le van a preguntar pelotudeces a señores malhumorados.
- Macri va a decir que es por culpa de la "inmigración descontrolada de los países limítrofes de Japón", hasta que alguien le sople que Japón no tiene países limítrofes porque es una isla. Ahí se reirá y dirá que por eso les va bien, porque no tienen países limítrofes, hasta que alguien le sople que justo justo hoy no les está yendo tan bien que digamos. Ahí se reirá y dirá que mejor hablen con Larreta, que sabe mucho sobre Europa del Este porque es vasco.
- Las redacciones de los diarios pondrán a un ñato encargado únicamente de entrar cada 6 minutos al sitio web y cambiar el número de muertos a gusto y placer, siempre bajo la frase "Ya serían más de XXXX los muertos en Japón".
- Twitter se encargará de achicar casi a cero el "tiempo prudencial" para poder hacer chistes de humor negro, y antes de almorzar ya habrá jugosas categorías literarias del tipo "¿Sabés cómo le dicen a Japón?".
- Durante los próximos 2 ó 3 meses a TODO le van a decir Tsunami. A un contragolpe de Racing, al aumento de la carne, a Cristian U, al éxito de Sábados Bus... bueno, todo no, pero casi todo.
- Charlie Sheen va a tuitear algo tipo "En honor a Japón, me voy a enfiestar con dos tintoreritas y a tomar milonga mientras miramos las olas por CNN. Fuck off.".


Y así.

Editado: en SMAEP predijimos este lamentable suceso hace UNA SEMANA, en este post.

Tras el tsunami se generaría un daño genético irreparable en la fauna marina.

Para muestra, un botón

Uno se pregunta por qué la mitad de las noticias de choreos de bancos, piratas del asfalto o secuestros extorsivos tiene como chorros protagonistas a policías, esos tipos que supuestamente deberían estar del otro lado del mostrador. Y uno cree responderse correctamente a esa pregunta al mencionar la tentación de ganar fortunas de un saque vs. jugarse el cogote por 3 mangos, o temas más profundos como la corrupción del poder.

Patrañas, señores. La verdadera razón por la que un cabo de la bonaerense te chorea el DVD o que un referí te cobra un penal escandaloso sobre la hora es mucho más simple: el uniforme.

Sí, el uniforme. Un tipo que desde los 18 años está obligado moralmente a usar bigote y oficialmente a ponerse un sombrero que se parece más a una pava azul que a un atuendo serio, está condenado a vivir resentido. ¿Quién, en su sano juicio, podría respetar a un bicibotón de la Metropolitana que te corre en bermudas y te dice que estás yendo demasiado rápido?
¿Quién puede sentir un genuino respeto por un referí que usa pantalones por el ombligo, camiseta sin número fucsia o amarillo flúo dentro del pantalón, medias hasta las rodillas y un aerosol de medio litro de espumita colgando del cinturón, y que tiene que abrir las piernas para que la pelota no lo toque? Si un ridículo así me quiere amedrentar, me dan ganas de pegarle un coscorrón en la ceja, por gil. ¿Cómo, entonces, estos señores no van a soñar con botonear todos los partidos, con la bronca acumulada que tienen?

En Brasil, no sé qué división de la policía más heavy que se mete en las favelas a matar narcos a ojotazos, usa un uniforme con la calavera de The punisher. A esos tipos sí que los respetan, no como a los gordos fugazzeteros que tenemos acá.

Señores, si seguimos insistiendo con sandeces como desigualdad social o falta de oportunidades, estamos perdidos. Cambiemos los uniformes, y cambiará el mundo.

Cabo Morales, seccional 44 de Liniers. Irrespetable.

Crónica de un festejo infantil

Puedo asegurar sin temor a equivocarme que el desembarco Aliado en Normandía que definió la Segunda Guerra Mundial requirió menos organización que el cumpleaños del pibe mío. Ah... cómo me gusta decirle "el pibe mío", será de Dió.


Para empezar, creo que si la charupa me creciera un milímetro por cada vez que alguien entra en la página del servicio meteorológico nacional, hoy tendría un anacondo adulto macho dentro del boxer: la flaca entró no menos de 150 veces a ver si pronosticaban lluvia para el martes. Por supuesto que siempre decía lo mismo, aunque el pánico no se disipaba ni un poquito. Pensé en secuestrar a Saldívar y amenazar con cortarle un dedo si llovía, pero me di cuenta que nadie pagaría un puto peso por su rescate y desistí de la idea. Aunque todavía tengo ganas.

En cuanto a la comida, incurrimos en el típico caso de "hagamos más por las dudas". El resultado: si pongo en fila todas las empanadas que sobraron, llego hasta Chapadmalal. Voy a estar comiendo fosforitos y sánguches de matambre de pollo hasta que Dante empiece la facultad.

Y, como era de esperar, un tema que hubiera debido ser de fácil resolución no pudo hacerse bien y terminó en desastre: di la orden expresa de cantar "que los cumplas Mofletes", pero cierta parte del público optó por no acatar la orden y salió algo tipo "...que los cumplas Mfldantioetes...". Consideré la opción de matarlos a todos pero estaba feliz, así que unas 35 personas salvaron su vida de milagro y no lo saben.

Así es como, mientras todos vienen de descansar durante 4 días, yo estoy más cansado que nunca y necesito una semana de vacaciones sólo para recuperarme del esfuerzo que demandó organizar una fiesta que, como es absolutamente obvio, el homenjeado jamás entendió. Pero él la pasó bomba sin saber muy bien por qué estábamos todos medio en pedo y a los gritos, y si fuera por ver otra vez esa cara de psicótico feliz mientras saltaba en el castillo inflable, organizaría una por semana. Bueno, cada dos semanas, ponele. Pero se entiende la idea.

Y bueno, eso: que ese pequeño lechón que dice buabuá cuando le preguntás por un perro o prrrrrrrrrrbá cuando le preguntás cómo hacen las motos, y que en lugar de papá dice tatá, ya tiene un año. Y que no lo puedo creer, claro.

Y que la vida es una gloria, aunque se la pase disimulándolo.

¿Cómo hace el perro? Buabuá.

¿Y el gato? Buabuá.

¿Y el tatú carreta? Buabuá.

¿Y un búho hembra en un anochecer de verano en Tandil? Buabuá.

Y así.

Para mí (X)

Para mí que si Dios tiene que elegir entre 2 personas para amasijar y en la tabla de merecimientos están empatados en todo, el desempate se define entre el que está contento por la vuelta de Sábado Bus y el que no, el que toca el "air bajo" en el tema Aladelta de Divididos y el que no, y el que toma helado de naranja al agua y el que no, en ese orden. Si aún así siguen empatados, se salvan los dos y manda un tsunami a algún país emergente asiático de bronca nomás.

Para mí que en sus momentos de duda existencial, los soldados gringos que invaden países árabes piensan "Soldán se casó con Silvia Süller y después con la Rímolo; esto no es tan grave" y disparan misiles contra un jardín de infantes casi sin culpas.

Para mí que el sánguche de jamón y lechuga empezó como una joda tipo "che, ¿y si hacemos uno de jamón y lechuga? Jajaja, qué boludo, ¿te imaginás? Pará, hagámosló y veamos si la gente lo compra, si la gente es más boluda...". Y acá estamos, en un mundo jamonylechuguizado.

Para mí que Megan Fox tiene halitosis, pie plano y no se acuerda de memoria el DNI.

Para mí que los que usan remeras tipo "esto es no es una panza, es una máquina de sexo" están a mitad de camino entre ser unos fenómenos y ser unos boludos bárbaros, dependiendo del lugar, hora y situación climática.

Para mí que si Perón viviera, en lugar de la frase "como decía el General" diríamos "RT @ElGeneral" en Twitter.

Para mí que los sendos dueños de Havanna y Cachafaz deberían cagarse a trompadas en la puerta del Casino de Mar del Plata y el que pierde debería regalar todas sus cajas al público allí presente.

Para mí que el aviso de Buenos Aires Playa con Emilio Disi y Gino Renni consiguió lo inconseguible: que la idea del aviso sea aún peor que la propia idea de la playa.

Ojo, para mí eh.

"En esa casa tienen el CD de Nicole Neuman. Ma sí, yo los bajo".

La juventud está perdida

Ni el paco, ni el trabajo infantil, ni la prostitución ni Winnie the Poohto: la verdadera razón por la que los pibes están al horno es, ni más ni menos, la educación.
La muestra más contundente (y esto es algo absolutamente real, por increíble que parezca): en el manual Kapelusz (creo) 2011 de Lengua y Literatura figurará un post de este blog, en la categoría "Nuevas formas de escritura".

Señores, ahora sí el mundo se fue a la mierda.

 "2+2 = La vida es una mierda".

Tu rutina es mi rutina

Dicen que la rutina es una de los peores males de esta era. Que arruina estados de ánimo, matrimonios y laburos sin asco.
También dicen que las cosas que más felices nos hacen son aquellas que le escapan a la rutina; desde un mañanero inesperado hasta bajarse del bondi en Palermo, comprarse una botella de ron barato, agregarle un trapito en el pico y arrojarla en llamas cual molotov sobre el auto de Majul, ponele.

Le ponemos rutina a todo, hasta a lo que no debiera tenerlo. Si a las 11 AM todavía no hay post nuevo, me empiezan a llegar mensajitos en el FB al grito de "¿Y? ¿Y?". Más de una vez he recibido mensajes de texto de mi vieja, fiel lectora silenciosa, preguntándome si me pasó algo " XQ NO ESCRIB PILOT" (tiene la fantasía de que abreviando se ahorra miles de dólares mensuales en gasto de celular).

Muchos fantasean con ser rockstars porque suponen que no tienen horarios ni rutinas, lo cual es jodidamente falso. Se levantan a las 6 de la tarde rodeados de 3 polacas con muestras de haber estado vestidas de colegialas, pero lo hacen todos los días. Ojo, no me jodería para nada hacerlo tantas veces como para aburrirme, pero es definitiva es lo mismo.

Claro, acá es donde un ñato cuya rutina es viajar todas las mañanas colgado del furgón del Sarmiento lee esto y decide hacerse un tiempito para venir a cagarme a rodillazos por pelotudo, y cuánta razón tendría. Porque claro, me voy dos líneas para arriba y descubro con horror que quise minimizar el acto de enfiestarse todos los días y tomar porquerías ilimitadas y convertirlo en un simple acto de "todos los días".

Listo, mátenmé. Eso sí, de 11 a 12 y de lunes a viernes, que si no se me desacomoda la agenda.

Guglié "rutina" y me salió este culo. ¿Cómo no ponerlo?

Las olas y el viento, sucundun sucundun

Vuelto a la urbe luego de 15 días en las playas de San clemente del Tuyu y con los empeines negros como el carbón, les dejo algunas sesudas refelxiones sobre el paraje bonaerense

a) A las minitas no les gusta, y cuando digo no les gusta es "NO LES GUSTA"; San Clemente. En la playa solo había Lechonas inconcientes y Toninas de Mar.

b) En San Clemente no hay creativos, esta es la publicidad que me torturo durante 15 días vociferada desde una avioneta:

"POCHOCLO MANIA, LAS MANOS ARRIBA. POCHOCLO MANIA, TIOS Y TIAS.POCHOCLOMANIA. POCHOCLOMANIA ES NUTRITIVO"

Al hijo de putas que lo escribió hay que desnucarlo a berberechos y al cornudo que pilotea la avioneta un Taliban enardecido.

c) En San Clemente no existe el Trencito de la Alegría, existe el Trencito de la tristeza. Un alambique veloz, con una canción de Xuxa, la que dice: "i-la-ri-la-ri-le oh-oh-oh", y un ñato disfrazado de Papa Pitufo con el traje todo raído...

d) En San Clemente por defecto todo restaurante pizzeira y/o parrilla debe tener: piso de granito, paredes recubiertas de machimbre, sillas de caño y tener nombres tales como "Alfredito", "Il tanino", "El bocha", etc. Como dirían el Palermo bobo, todo muy "Vintage"...

e) La Perla Blanca. Si queres comer bien, y entiendase por comer bien una milanga a caballo que rebasa el plato por los cuatros costados y una porción de fritas que parece la San Martin, tenes que ir a la Rotisería "La Chiquita", en calle 50 entre 1 y 43. Se come feten, feten...

Si alguno quiere colaborar y compartir experiencias vacaioniles, adelante. está hecho el invite.

Inconcientes... Como los que fueron al cine a ver ésta peli.

Todos los derechos y puteadas, para peppers que se descolgó con el post de hoy. Gracias por la inspiración que no tuvimos.