30 December, 2009

Replanteando el replanteo

Y ya estamos a horitas nomás del cambio de año. Es decir que estamos, como siempre a esta altura, en la etapa de balance-retrospectiva de lo que pasó y la consecuente planificación-replanteo para lo que viene. Y ahí es donde este humilde servidor se pregunta: ¿por qué hay que hacer un balance a fin de año? O mejor aún, ¿por qué el cambio de año tiene tanta importancia?

Casi nada de lo que uno se proponga para el nuevo año se puede empezar a cumplir en enero: estamos todos con la cabeza en las vacaciones que se vienen, disfrutando las que ya llegaron o puteando por las que ya pasaron (o porque no vamos a tener).

Entiendo que es más fácil englobar un montón de situaciones bajo un concepto tan cómodo como “lo que pasó en 2009”, pero no le veo mucho más beneficio que ese.

Además, atar el replanteo al cambio de almanaque nos hace suponer que es en ese momento o nunca. Lo que no se analizó o entró en el balance de fin de año, no se cuestiona más hasta el fin de año que viene.

Es como juntarse con los amigos: pareciera ser obligatorio verse “antes de fin de año”. ¿Y si no qué? ¿Somos menos amigos? ¿Qué diferencia hay entre tomarnos ¾ litro de fernet el 28 de diciembre o el 6 de enero?

Si a mí me preguntan (y si no me preguntan también), yo dejaría los balances para cuando la vida me lo marque como el momento oportuno. Y no lo haría como un combo del tipo cambiar de laburo+hacer dieta+terminar la facultad+conseguirme una pareja, porque hay un tiempo para cada cosa.

Así que este fin de año me propongo para el año que viene no volver a replantearme las cosas mirando el almanaque que me regalaron en la panadería que, como si tuviera muchísimo que ver, tiene la foto de una casita en una pradera.

Nos vemos la semana que viene, una semana igual que ésta o que la tercera de agosto. Si es igual de buena, igual de chota o igual de gris, depende de cada uno.

Salute, felicidades.


Terminemos con los almanaques de perritos,
nenitos, paisajes o cuadros gauchescos de Molina Campos.

29 December, 2009

Papá Noel existe

Este año no me regalaron desodorante ni medias, a la flaca no le regalaron una bombacha rosa, no hubo vittel toné, nadie quiso llamar al 113 para confirmar la hora y no se brindó por los que ya no están.

Los milagros navideños existen.


Una lástima...

28 December, 2009

Café fashion

Luego de este fin de semana de furia, no sé qué escribir. Lo cual no sería demasiado problema ni nada demasiado variado del resto de los días de mi vida, si no fuera porque quien debería escribir tampoco sabe qué escribir (aunque seguramente lo disfraza de que está muy ocupado, que no tiene tiempo, etc.). Así que nuevamente el suplente sale a la cancha.
El asunto es que tengo puntas de 20 temas diferentes pero ninguna musa que logre que pueda hilvanar 3 párrafos seguidos sobre eso.
Así que voy a hacer un post ladri (más que de costumbre), y simplemente decirles que estoy sorprendido con los comentarios y saludos del miércoles de los "anónimos".

Hace ya muchos años (y durante muchos años), yo me juntaba con un grupete de amigos todos los viernes en el mismo lugar, al cual no había que avisar nada, simplemente uno iba y siempre había alguien con quién arrancar el fin de semana. La mayoría éramos siempre los mismos, pero también siempre alguno caía con algún amigo propio, que a su vez a veces venía ya solo un par de viernes después. No había tema específico, ni actividad posterior premeditada. Algunos seguíamos de caravana y otros volvían a su casa. Otros mentían que venían y en realidad se escapaban de sus casas usándonos como excusa.

Realmente siempre pensé que SMAEP era algo así como esa mesa de café de amigos o más o menos conocidos de mis viernes de antaño, en la que siempre hay varios más íntimos, que están casi siempre, y también varios ocasionales, que están cada tanto pero son también más o menos siempre los mismos.
También están los que pasan de la categoría "habitués", que de estar casi siempre pasan a faltar de a poquito y ahora vienen cada tanto. Y lo contrario, gente que pasó una vez, metió algún bocadillo ocasional y ahora está casi todos los días aportando su opinión.
Pero toda esta analogía en realidad viene a que descubrí que hay un montón de otros que no tenía en cuenta, y eran los que estaban tipo gran hermano "escuchando" toda esta charla.
Y realmente fue una grata sorpresa.
Como saben, yo soy nada más que un bombero en este incendio, no formo parte de la idea original ni del mantenimiento intelectual de SMAEP. Soy simplemente un habitué de los casi permanentes que como tengo confianza con el autor, y no tengo faltas de ortografía, me encargan el orden en estos recreos que se toma el piloto mayor. Pero no puedo evitar sorprenderme gratamente con estos espectadores de lujo, que también desde su silencio forman parte de este grupo de café virtual.

Parece que va a haber que pedir que agreguen otra mesa...

Nada, no sabía que escribir y terminé con un post demasiado largo...

23 December, 2009

Motivos sobran

Más allá de las razones universales de brindis que se dan por estos días, aprovecho el envión para festejar alegrías obtenidas estrictamente en el ámbito bloguil: estoy muy contento porque fue un buen año, porque hay mucha gente nueva, porque sigue mucha gente “vieja”, porque se superaron los 400 posts, porque hay más de 100 seguidores, porque SMAEP salió publicada en la Oblogo, porque descubrí un montón de blogs que tienen a SMAEP en su blogroll y porque todos los días recibo frases del tipo “che, no comento nunca pero leo todos los días, y me encanta”.

Así que les digo: a los nuevos: bienvenidos. A los viejos: gracias por la magia. A los que leyeron todos esos posts (hay más de uno y lo sé): gracias por el aguante. A los seguidores: es lindo ver todos los días sus “caras” ahí. A la gente de Oblogo: lo que hacen está increíblemente bueno, nunca dejen de hacerlo. A los que tienen a SMAEP en su blog: no saben cuánta satisfacción causa ver que otros muestran lo que uno hace. O sí, lo saben porque les pasa lo mismo. A los que siempre leen y nunca comentan: hoy pasen y dejen un saludo nomás (aunque sea anónimo), así vemos que somos un montón. Y por supuesto, gracias por el aguante silencioso.

Señoras, señoritas y señores: pásenlo lindo, coman mucho, beban mucho, no se quemen con los cuetes (si es posible no usen), no intenten llamar el 25 a las 0:01 porque va a estar colapsado, si comen lechón recuerden el paragolpes del 307 y, lo más importante, gracias. Gracias por estar siempre.

Felicidades para todos.


Feliz Navidá, muchachos.



Feliz Navidad, chicas.

22 December, 2009

La culpa no es del chancho...

Mi suegro tenía un auto y decidió comprarse otro cero kilómetro por el plan gobierno. Entonces yo vendí el mío y le compré el que él dejaba. Esto fue en febrero. El tema es que mi suegro trabaja con su coche y arreglamos que me entregaba el mío cuando le dieran el suyo. Mientras esperábamos, yo usaba el que iba a ser mío "de prestado" a la noche y algunos fines de semana.
Después de miles de idas y vueltas, que aprobaciones crediticias, que desaprobaciones, que cambios de titularidad, que cambio de modelo, cambio de color y todos los problemas que se pudieron conseguir, le entregaron el cero kilómetro. Hace 10 días. Es decir, la primera cuota se pagó en febrero, el auto se entregó en diciembre. En el medio, el boludo que les escribe estuvo a pata desde abril.
Bien, todos contentos, carro nuevo para todos. El viernes le entregaron el 307 a mi suegro, el sábado se fue a Salta a pasear con su tutú nuevito nuevito. Lindo viaje, lindos días, pintó la vuelta. Santiago del Estero, nochecita. Ruta. Chancho. Pumba.

Se la puso contra un chancho, ¿entendés? Estuvo 8 meses esperando para que a la semana un cerdo decida que salir a cabecear paragolpes es un programón.

Yo hoy tengo mi auto en el chapista (porque recién me lo entregaron y le quería arreglar unas pavadas), él también tiene el suyo. Y, como si nada hubiera pasado, viajo en el San Martín con 37 a la sombra.

Después dicen que la vida no es una mierda.


Al chancho se lo llevó la cana.

21 December, 2009

Sad but true

Cuanto antes lo asuma, menos voy a sufrir: nunca volveré a ser flaco.


Juventud re heavy re jodida.

18 December, 2009

Gerontocaligráfico


No importa su origen, qué hicieron de su vida, su formación académica, su vocación, su clase social, su habilidad manual o sus diferencias de estilo: sin importar cómo lo hizo cada uno durante su vida, los viejos escriben todos con la misma letra.

¿Será que a cierta edad nos volvemos standard?


La gerontocaligrafía es internacional y eterna.

Editado: como nos quedamos colgados con la historia y no sabemos el final, se abre el concurso literario. El creador del mejor desenlace se gana la resonancia magnética del ligamento cruzado de Ricardo Fort.
Otra gran idea de Lovely Rita.

17 December, 2009

Compromiso

Como algunos saben (y ahora el resto también) en breve nacerá mi primer hijo. Entre las muchas cosas que eso me genera (ansiedad, un terrible cagazo, una enorme felicidad y etcéteras varios), una de ellas es la necesidad de comprometerme a no hacer todas esas estupideces que durante tantos años critiqué de los padres, no de los míos sino del concepto genérico de “adultos con hijos”.

Así es que, con poquísimas probabilidades de éxito, me comprometo a:

- No hablarle como imbécil.
- No obligarlo a que le guste lo que a mí me gusta.
- No tratar de convencer al mundo de que es un pequeño Dalí porque hizo un rayón con un lápiz violeta.
- No estacionar (en la medida de lo posible) en doble fila en la puerta de su colegio.
- No decirle papá, no dejar que la madre le diga mamá, ni que la abuela le diga abuela.
- No utilizar métodos insólitos y absurdos para convencerme de que se parece a mí. Sobre todo porque no quiero que se parezca a mí.
- Evitar que conozca la existencia de Winnie the Pooto y, de ser posible, los Teletubbies.

Se aceptan sugerencias, agregados a la lista, recomendaciones, pésames, etc.
Tengo miedo nene...


"¿Vos sos mi papá?"

16 December, 2009

Extremista

En el post de ayer Carlite hablaba acerca de los beneficios de mirar escotes. Algunas protestaron por la voracidad de algunos hombres, otras se resignaron a ser violadas con la mirada y hasta alguna dijo que no la miran.

Bueno, se ve que esta chica leyó el post y decidió hacer justicia. Le salió como el culo.

15 December, 2009

Prejuicio II - Reloaded

Bueno, aquí estoy nuevamente al rescate.
Hoy salió este artículo sobre que los hombres que miran escotes viven 5 años más que los que no. Yo voy a vivir hasta los 100.
Pero vamos a darle un poco más de seriedad a este asunto de mirar mujeres, analizando otros aspectos.
Como todos sabemos (hombres y mujeres), la actitud es fundamental para ver a alguien de la forma que lo vemos. Podés ser como Megan Fox pero con actitud de búfalo rengo y ser poco atractiva. Y podés ser un gato cascoteado pero moverte como felino en celo y seguro que llamás la atención.
La actitud no es sólo forma de moverse, sino también peinado (o no), ropa (o la forma de llevarla), calzado (ya les hablé de esto) y hasta la forma de hablar y mirar. Y no me refiero a mostrar más o menos piel.
Con lo cual, al ver a alguien, uno ya puede armar su propia conclusión.
Hay minas con actitud de petera, constipada, calientabragueta, mal atendida, robamaridos, etc.
Y lo más interesante es mirar a las mujeres grandes (y cuando yo digo grande, es más grande que yo, que es bastante) cómo, si bien su actitud seguramente no es la misma que antes, no pierden cierto sesgo de lo que deben haber sido.
Nada, sigo con mis prejuicios, y bueno, es interesante intentar encontrar cada vez más excusas pseudo científicas para poder mirar mujeres sin intentar parecer un jeropa irremediable. La ciencia me avala!

Y perdón por la demora, esta vez me avisaron temprano, pero no pude sentarme a escribir hasta hace 15'

14 December, 2009

La misma película de siempre

El otro día pensaba que llegar a la adultez es saber exactamente lo que va a pasar y no hacer nada para evitarlo.
Así es como nos descubrimos todos los días siguiendo patrones de conducta que parecen ser inamovibles, aunque no necesariamente sean cosas que molesten o que uno quiera cambiar.

Un ejemplo claro: el cine o teatro.

Un poco más o un poco menos, todos hacemos siempre las mismas cosas. Cuando estamos en la cola, siempre viene un “rompecola” (chabacanos abstenerse) que pide permiso y la atraviesa; de ahí en más, como si fuera una ley, todo aquél que tiene pasar lo hace por por ese lugar. No se puede pedirle permiso a otro y que se corra, no. Hay que pasar por donde la fila ya se abrió.

En el caso de los cines, está esa otra rara costumbre de comprarse un balde gigantesco lleno de pochoclos. Parece que el único lugar donde se come pochoclos es el cine, entonces cada vez que vamos tenemos que vaciar un container, como si hubiéramos estado tomando carrera durante dos meses.

Elegir el lugar para sentarse no es una cuestión que se pueda dejar al azar. Cuando se va en pareja, aunque nadie lo diga todos sabemos que uno miró para un lado y el otro para el opuesto. Por supuesto, se preguntan en voz alta y ambos contestan “donde vos quieras”. Ese “donde vos quieras” nos lleva a ser golosos y sentarnos demasiado adelante y terminar con una contractura cervical incurable, o demasiado atrás y no ver nada, lo cual nos hace preguntar qué dice el subitutilado o estudiar inglés intensivo para la próxima. Porque, como todos sabemos, el lugar ideal ya está ocupado. Para mí hay gente que trabaja de estar sentada en los mejores lugares del cine, sólo para fastidiarlo a uno.

Graciadió, alguien se dio cuenta que poner asientos autoreclinables no sumaba en absoluto y dejaron de usarlos. Eran insoportables, uno se levantaba 10 centímetros para sacar algo del bolsillo y hop, se le levantaba el asiento. Qué ganaban con eso, me pregunto yo. Porque espacio seguro que no, si uno ya venía esquivando rodillas desde que entró.

Y para que la velada sea perfecta, uno tiene que conquistar el territorio más peleado de toda la historia después de Palestina: el apoyabrazos. Hay quienes dicen que a cada uno le corresponde el derecho, teniendo cada uno el suyo asegurado, pero jamás se cumple. Según mi parecer, en estos casos tiene que prevalecer el más fuerte. Ahí no hay amor, no hay compañerismo, no hay nada. Pensalo, si perdiste el apoyabrazos te comés dos horitas con la mano en el regazo incomdísimo como una monja de clausura. No way, no es negociable.

Algo que suele suceder es terminar haciendo una córeo con el que se sienta al lado. Uno cruza las piernas, el otro también. No da, y menos si son dos amigos hombres. Hay que mantener las formas.

Y todos estos sufrimientos para que después veamos películas en donde el bueno mata a trompadas a 35 ninjas, la mina se levanta de la cama tapada con la sábana o algún paspado piensa en voz alta mirando a cámara.

No aprendemos más.


Los huevos llenos de pochoclo.

11 December, 2009

...voy en avión

Un consejo sabio: escuchar música con auriculares en una estación de trenes no es de las mejores ideas; uno se puede perder de escuchar información que es muy útil.

Hoy me tomé el tren en Palermo, con destino a Caseros. Subí a la estación y, mientras Pearl Jam me contaba cosas a los gritos, llegó el tren. Me subí. Frenó en una estación, frenó en la otra, no frenó más. Así llegué a Hurlingham, 3 estaciones más allá de lo necesario.
Puteando me bajé, di la vuelta y fui al otro lado. El chancho comprensivo no me pidió otro boleto. Mientras Luca Prodan (porque de Palermo a Hurlingham entra todo un disco de Pearl Jam) me hablaba del ojo blindado, llegó el tren. Me subí. No frenó.

A Chacarita me fui. Una estación antes de Palermo. O sea, hice 15 estaciones, 50 minutos de viaje con espera incluída, y estaba casi en el mismo lugar. Como si Dios se hubiera hinchado las pelotas, se me murió la batería del celular y, por ende, de la música. Así esperé el tren, que llegó sin que nadie diga nada por los parlantes y me subí, sufriendo en cada estación. Frenó en todas, me bajé en Santos Lugares. Ya no quería ir a Caseros.


Mi querida estación Santos Lugares.

10 December, 2009

Extrañas costumbres

Como casi todo en esta vida, uno acata las costumbres sociales casi sin pensarlo, sin prestar atención a lo que hace. Así es como, por ejemplo, vamos a los recitales y en los temas lentos tooooodos levantamos primero encendedores y ahora celulares; o en los asados aplaudimos al asador, pero nunca al que hizo las pizzas, al que llamó al delivery, al que se mandó unos guarangos fideos con manteca. No, sólo aplaudimos al asador.
Decía, somos de hacer lo que “se hace” sin cuestionarnos demasiado. Y si hay una muestra clara de eso, es el arbolito de Navidad.
Primero, lo armamos todos el 8 de diciembre. ¿Por qué? ¿Porque es el día de la Virgen? ¿Qué coño tiene que ver la Virgen con un pino adornado con bolitas de colores?
Y ya que estamos con el árbol, a ver si nos entendemos: compramos un árbol falso (en muchos casos con las ramas nevadas, muy típico de diciembre en Argentina...); le ponemos borlas (sí, se llaman borlas) de colores, preferentemente rojas o blancas; le ponemos insoportables guirnalditas peludas que en la mayoría de los casos tapan a las borlas que pusimos antes; sobre ese mejunje agregamos cables laaargos con lucecitas que se prenden y apagan a un ritmo aún hoy indescifrable; los más gringos les agregan imitaciones de bastones de dulce con moñitos, campanitas, angelitos y tarjetas. ¡Tarjetas! ¿Se puede saber cómo es que uno pone tarjetas ente las ramas de un árbol? Y al final, incrementando un 88% la posibilidad de viudez de las mujeres argentinas, los hombres nos subimos a una escalera y ponemos la estrella en la punta. Es como que si no estaba nos faltaba algo.

Ahora, yo me pregunto: se supone que estamos festejando el cumpleaños de Cristo (y yo me quejaba del mío), ¿qué carajo tiene que ver con toda esta boludez?

Y por supuesto, el arbolito no se desarma el 1 de enero, no. Hay que esperar hsata el 6, que es el día que los Reyes Magos llegaron a saludar a la familia del purrete. O sea que uno se tiene que fumar una semana más esa bosta luminosa porque en aquella época no había Flechabus.

Del inexplicable link entre el cumpleaños de Jesucito y Papá Noel ni hablemos, para qué... lo único que puedo decir (y ya lo dije el año pasado) es que los tipos que laburan de Papá Noel son malos.

Insisto, después nos preguntamos por qué tenemos hijos floggers o miramos a Ricardo Fort.


Googléas "armar árbol navidad" y te sale este pibe...

09 December, 2009

No discriminemos, integremos

Hay gente que mira a Tinelli, otros toman helado de sambayón, hay quienes usan riñonera o gustan de la fruta abrillantada, incluso existen hinchas de Racing. Todos tienen algo que, a la vista del mundo civilizado, es digno de repudio y desaprobación.
Y quien les escribe no es la excepeción: yo ronco. En la posición adecuada, ronco mucho. Ronco en mi cama, ronco en la reposera, ronco en los micros. Un problemón roncar en los micros. Primero porque uno no es el único, pero para el que uno tiene al lado sí. ¿Por qué? Porque aunque todo el micro suene como una gran motosierra, las costillas que están al alcance del codo vecino son las de uno. Claro, eso nos pasa a todos los roncantes del micro, y todos pagamos el precio en nombre de los demás. Es una mierda roncar. Uno no quiere hacerlo, sabe que molesta, uno mismo odia estar despierto y escuchar a otro roncando. Uno sabe el mal que causa al vecino, a la esposa, a la sociedad. Pero no se puede hacer nada, y eso es lo peor. Tu micro sale a las once y media de la noche y tiene para 8 horas de viaje. ¿Cómo no dormirse?
El roncante comprensivo y buena onda se queda despierto un buen rato, leyendo o escuchando música, para darle tiempo al resto del pasaje a que se duerma y, con suerte, no escuche los ronquidos. Los roncantes egoístas atentan contra este plan, como todos los egoístas del mundo.

Sufre mucho el roncante, no sólo por el mal momento que causa al resto del mundo sino a sí mismo, ya que difícilmente pueda dormir de corrido sin ligarse un codazo en el intercostal derecho cada 15 minutos. Sin hablar del odio, por supuesto.

Por el bien de nosotros, los sufridos serruchadores nasales nocturnos, les pido: la próxima vez que estén tentados de darle un rodillazo en el pecho a un pobre roncante, piénsenlo mejor. Estarán evitando la discriminación, estarán haciendo el bien.

Muchas gracias, buenos días.


Nosotros no hacemos zzzzzz, hacemos jjjjjjrjrjrjrjjrjrjrjrrrrrrj.

04 December, 2009

Mea culpa

Primero lo primero: por razones de índole findesemanalarguístico, este blog no se actualizará hasta el día miércoles 9/12, con suerte. El jueves seguro que sí. Si consideran a éste (¿cuál? Éste) un período de abstinencia demasiado largo (me imagino, quién puede vivir sin SMAEP), siéntanse libres de amedrentar a Carlite (quien se está enterando en este instante de esto) para que postee algo el lunes o cuando le parezca atinado.

Segundo, el tema del post:
Tengo que confesarlo: me gustan Calle 13, Mingo y Aníbal contra los fantasmas, el ananá fizz y Bañeros 2 La playa loca; me cae muy bien Zulma Lobato y a Viviana Canosa le doy.

Qué se le va a hacer, la vida es así.


Lo sé, lo sé...

03 December, 2009

No nos mientan más

Yo entiendo que para que una película o serie sea interesante, el guión se tiene que tomar ciertas licencias creativas. Así nos encontramos viendo historias en las que, como si fuera lo más normal del mundo, un flaco decide hacerse pasar por el novio de una mina con 8 meses de embarazo a la cual no conoce (Música en espera).
Eso está perfecto, es parte fundamental de la trama y sin eso no habría historia.

Lo que no es necesario es mostrar situaciones absolutamente comunes hechas de un modo en que nadie las haría.
Por ejemplo, en las películas es de lo más normal que una pareja se despierte a la mañana y al toque arranquen a los besos para después pasar al desparramo. Viejo, eso así no pasa nunca. La gente se despierta con un aliento que parece Mumm-Ra; si me querés dar un beso primero andá a lavarte el comedor.

Otra cosa que no pasa jamás, es que la gente hable sola en voz alta. En las novelas argentinas se suele ver a personajes (Ana María Picchio es una clásica) hablando en voz alta lo que piensa, para que todos sepamos de qué viene la cosa. Claro, es re común que uno diga ah, entonces es la hermana... ¡se lo tengo que contar a Roberto antes que sea demasiado tarde!. No nos tomen de boludos, che.

Y si no están los que se levantan de la cama después de garchar y se envuelven con la sábana. Hasta hace un rato a la mina le estuvieron midiendo agua y aceite a los gritos, ¿y ahora es pudorosa y se tapa? Viejo, después de la chanchada uno se levanta en bolas. O lo mostrás como es, o poné la cámara en la cocina y que se escuche lo que hablan desde el cuarto.

Muchachos, háganme caso y no se dejen engañar. No crean en todo lo que ven, créanle a Majul.


Le dieron matraca pero ahora tiene pudor.

02 December, 2009

La fama cuesta

Ya sea en un cine, en un shopping, en un bar o cualquier otro evento o lugar en el que se amontone una considerable cantidad de gente común, la presencia de un famoso siempre genera algo en los demás. En todos, nadie es inmune.
Observar las actitudes de la masa para con la estrella es un buen ejercicio antropológico: se pueden ver cosas tan variadas como inverosímiles.

Por ejemplo, anoche fui al teatro y en la cola estaba Julieta Díaz, la de Valientes: lo suficientemente conocida como para que todos sepan quién es, pero no tan grossa como para que todos dejaran lo que estaban haciendo y corrieran a tirarse a sus pies. Y ahí arranca el show:
- Los que nos chupa un huevo: la actitud no es mirarla y darse vuelta como si nada. No, uno tiene que decir mirá, está Julieta Díaz, pero a mí me chupa un huevo eh. Sólo así salvamos nuestro orgullo anti broadcasting. Unos mamertos.
- El timidón: más de uno se ve que tenía ganas de decirle algo, pero claro, ¿qué le va a decir que no sea una flagrante pelotudez? Entonces se queda ahí, remilgado y siguiendo con la mirada cada paso que da. Y piensa: está mirando a la puerta, debe estar esperando a un novio. ¿Será ese grandote? No, no creo, tiene cara de que le gustan los chicos sencillitos..” y boludeces semejantes. Mientras tanto se le colaron todos porque el paspado se colgó mirando a una actriz que, como sabe que la están mirando todos, mira para afuera para que no la jodan.
- La caradura (porque convengamos, en un 98% de los casos es una mujer): no le importa nada, sale de la cola, pela cámara de fotos y empieza a disparar a mansalva, sin entender que sacarle una foto a la pobre mina parada en una fila no le suma absolutamente nada. Ahí se da cuenta y, después que le sacó 12 fotos con flash sin preguntarle, se le acerca y le dice ¿me puedo scar una foto con vos?. Y se la saca antes que le conteste. Ahora decime, ¿qué ganaste con esa foto? ¿Te hace sentir mejor? Es como los autógrafos: para Braulio con afecto. ¿Afecto de qué, si no te conoce? Te firmó un papel, ¡buenísimo! ¡Tenés un objeto de un valor incalculable! Qué gente paparula...
- El descarado: hace como si no supiera quién es ella y la encara como si estuviera en un boliche. Flaco, primero olvidate porque estás en la cola de un teatro. Segundo, el chamuyo de no miro tele, me acerqué porque sos hermosa tiene menos credibilidad que Moreno. Pero bueno, igual hay que aplaudir su coraje y caradurez. No cualquiera es capaz de hacer semejante huevada y sentirse orgulloso de ello.
- El pichón de paparazzi: sentado en la fila de adelante había uno que mandaba mensajes de texto a alguien: esta julieta diaz. ¿¿¿Y??? ¿Viste qué loco? Una mina que sale en la tele además va al teatro. Y si te digo que además compra zapallitos, lava los platos y se tira pedos, te morís, ¿no?

Y así todos se sienten con el derecho de decir o pensar algo sobre una cristiana que lo único que hace de diferente es laburar de algo que ve todo el mundo.

Igual ojo, estaba sola, así que seguro se debe haber peleado con el novio.


"Mirá Julieta, está Ale, el de SMAEP".

01 December, 2009

Y después hablan de Zulma Lobato

Nada de lo que yo pueda decir superará esto:



Es muy fuerte...