Hola, la radio está re buena

¿Por qué todos llaman a las radios de acá de Santos Lugares, por ejemplo? ¿Por qué para todos la radio está re buena? ¿Por qué todos piden temas que ya tienen en sus ipods? ¿Por qué le mandan saludos al que tienen al lado? ¿Por qué mandan mensajes tipo Luli apagá la tele y prendé la radio; no se dan cuenta que no lo va a escuchar si está mirando tele?

Gente rara la que llama a las radios, che.

Ineficacia deseológica

Entre las vaquitas de San Antonio, las velas del cumpleaños, las estrellas fugaces, el huesito de pollo, los tréboles de 4 hojas, una pestaña que se cae, dos personas que dicen la misma palabra al mismo tiempo, pasar por debajo de un puente justo cuando pasa el tren por arriba y sandeces similares, cada uno tiene unas 15 ó 20 chances por año de pedir deseos. Si lo multiplicamos por 3 (porque casi siempre son 3 deseos), se supone que andamos por los 50, 60 deseos pedidos por almanaque, ¿no? Bien, no sé ustedes, pero yo tengo una eficacia que no supera el 2%. Probé con pedir siempre lo mismo para darle fuerza, pedir todas cosas distintas para multiplicar las chances, hacer un mix… nada.

No hay caso, habrá que seguir laburando.

En SMAEP le decimos NO al llavero colgando fuera del bolsillo, a la pelotita de tenis en la antena del auto, a las “patentes” con los nombres de los hijos, a los mellizos vestidos igualitos, a los hombres de 40 con bermudas y medias 3/4 de tenis, a ponerle mayonesa al choripán, al vino tinto con hielo, al ruidito que hace el microondas cuando termina y a Saldívar.

Terminemos con esto de una vez.

Ezimpozible

No importa el método elegido, la dedicación que se le ponga, la cantidad de dobleces, nada. Es imposible doblar bien una caja de pizza y la sábana de abajo, la del elástico.

Negoción

El caso Bergara no me cierra por ningún lado. Para el que no sepa, es el pibe que tuvieron secuestrado 33 días con una logística de la hostia y lo largaron anteayer después de una movida tipo Pecados Capitales, previo garpe de U$S 230.000.

Decía, los números no dan para nada. Los gastos de tener a un ñato guardado durante un mes, celulares de ellos, luz, gas (el cable no porque estarían colgados estos delincuentes), el celular que le dieron al que pagó el rescate, el cuatri, la nafta para ir de El pato a Pinamar ida y vuelta, peajes, autos varios, comida, puchos, el diario que leyó por teléfono, desodorante de ambiente… y todo para repartir cuánto, ¿20.000 dólares por cabeza? Belén Francese rima manzana con aladelta y gana más, viejo.

No estás solo

A vos te digo. A vos, que das la vuelta con el auto para no estacionar tapando la rampa de discapacitados. A vos, que tenés los bolsillos llenos de papelitos porque en tu barrio no hay tachos de basura en todas las calles. A vos, que te sentís un boludo cuando parás en un semáforo rojo a las 4 de la mañana aunque no venga nadie.
A vos, que no te da todo lo mismo. A vos te digo: sabelo, no estás solo.

Anxiety

Falta una hora y 40 minutos para que baje el capítulo de Lost.
Falta una hora y 40 minutos para que baje el capítulo de Lost.
Falta una hora y 40 minutos para que baje el capítulo de Lost.
Falta una hora y 40 minutos para que baje el capítulo de Lost.
Falta una hora y 40 minutos para que baje el capítulo de Lost.
Falta una hora y 39 minutos para que baje el capítulo de Lost.
Falta una hora y 39 minutos para que baje el capítulo de Lost.
Falta una hora y 39 minutos para que baje el capítulo de Lost.
Falta una hora y 39 minutos para que baje el capítulo de Lost.

La estoy pasando mal.

Panqueque musical

Todas las mañanas me pasa lo mismo: voy en el auto a laburar y en la radio pasan un tema, por ejemplo Los Redondos. Subo el volumen todo contentito y pienso "ahora llego a la agencia y pongo los redondos". Termina el tema, ponen otro: Creedence, ponele. Los Redondos se despiden rápidamente de mi mente y paso a "cuando llego pongo Creedence". Así los 20 minutos que tardo en hacer Santos Lugares-Núñez.

Entre mi inestabilidad musical y mi creciente problema de memoria (me olvido casi al instante lo que había planificado segundos atrás) estoy hecho un verdadero mogólico. me parece que necesito vacaciones.

Así no se puede

Ir a un baño público es un bajón, ya lo sabemos todos. Tenés que esquivar charcos, frenadas, grafittis de los que no consiguieron papel, obras de arte de papel tissue, esas cosas. Ni hablar si te estás garcando, tenés que andar como Catherine Fulop haciendo una de yoga para que el culo no toque la tabla, con el muslo agarrotado como uno que hace esquí acuático. La falta de papel ni se contempla, si esperás encontrar un rollo inmaculado en el baño de Constitución es porque sos más boludo que Guido Kaczka. Todo eso lo podríamos considerar “mal uso de una estructura bien planificada”.

Ahora bien, la otra vez fui a un baño, no me acuerdo en qué estación, que tenía la típica pared con mingitorios a ambos lados. El problema era que la pared medía 1,20 de altura. O sea, estás meando y tenés un ñato adelante que te mira de frente, y que también está meando, claro. Hasta que el chaboncito que tenía adelante no se fue, no me salió una gota. Y lo mismo le debe pasar al otro, que yo no soy precisamente Bradford Pittson. ¿Quién fue el hijo de puta resentido que planificó eso? ¿Una mina, que mea sentada?

¿Y ahora?

Ya terminó el Dakar, no está Tinelli, el fútbol de verano tiene menos ritmo que un monólogo de Mariano Grondona, nunca encontraron a Madeleine ni a Julio López, se van las tropas israelíes de Gaza, no hay gran hermano (?), no hay elecciones, no está por venir Madonna, no hay granizo, la crisis está más o menos como siempre, Charly está guardado por ahí, el Diego no sea papea porque tiene que laburar, Cumbio ya pasó de moda y hasta el miércoles no vuelve Lost.

¿Y ahora, de qué mierda vamos a hablar?

Cómo escribir canciones de Arjona en pocos segundos

- Formar una frase con conceptos opuestos como “acompáñame a estar solo”, “llénate con este vacío” o “tu calor que me congela”.
- Utilizar figuras poéticas simples y de fácil comprensión como “hay pingüinos en la cama por el hielo que provocas”, “yo soy tu relleno, tu eres mi repulgue” o “si tu no estás, mi cama parece la cancha de Vélez”.
- Elegir palabras contundentes para los títulos como “todo”, “nada” o “eterno”. Nunca fallan los “sin tu todo no soy nada” o sandeces semejantes.
- Elegir tópicos poco transitados por la industria musical, como hacerle una oda a la menstruación, relatar el dolor de entrehuevo en un córner mal pateado o hacer una receta de una “tarta de amor”.
- Robar frases de las tarjetas que se mandan los novios en el día de los enamorados, esas que tienen dos ositos y suelen arrancar con “lo mejor de estar enamorado de ti es…”.
- Ponerle a todo grasa, mucha grasa.

De proyecciones y realidades

Ponele que querés ser periodista y soñás con entrevistar a Fidel Castro, a Obama o al premio Nobel de literatura, pero te mandan de movilero a cubrir la nota “cómo pasar el verano en Buenos Aires” y tenés que ir de traje con 36º a la sombra a entrevistar gente en la calle Florida.

Ponele que querés ser actriz y soñás con tener un protagónico importante, o un buen papel de reparto de los que se recuerdan más que al personaje principal, pero te la pasás haciendo bolos sin diálogo del estilo “chica que choca con Gustavo Bermúdez entrando a un ascensor” o “la que le roba el taxi a Laport”.

Casos como estos hay de a montones, de hecho debe haber 100 movileros en Florida por cada uno que entrevista a Fidel Castro. Bueno, hay días en que me siento muy cerca de viajar a Cuba. O días como hoy, en los que miro la agenda y cuando veo lo que tengo que hacer, me quiero cortar los huevos con un paquete de figus de 100% Lucha.

Estos días, que son más de los que me gustaría, sólo sirven para reforzar mi teoría preferida: la vida es una mierda.

¿Cuándo termina?

Por alguna razón, nos encantan darle bomba y bomba a cualquier acontecimiento más o menos trascendente. Así fue que nos pasamos meses y meses escuchando a Ramonna o los Cadillacs hasta en el Weather Channel (ya sé que hay que vender entradas, pero cansan), incluso después que pasaron sus shows. Ahora nos toca fumarnos el insoportable Dakar, que además no entiendo por qué se llama Dakar si se corre acá.

La cosa es, ¿cuándo termina el puto Dakar? Y sobre todo, ¿cuándo terminará la estúpida manía de taladrar todo el tiempo con lo mismo?

Amnesia selectiva

- …sí, la película esa que trabaja la minita de Asesinos por naturaleza, cómo era que se llamaba… pero la puta, cómo era…

Y ahí me vuelvo loco. O sea, me bloqueo, hasta que no me acuerdo no puedo seguir adelante. Anoche estuve media hora con la mitad de mi cabeza tratando de recordar el nombre de Juliette Lewis. Hace poco estuve todo un cumpleaños intentando acordarme cómo se llamaba la serie “Los vengadores”. Es un bajón, porque puedo visualizar perfectamente las caras, las escenas, todo. Incluso trato de recordar los créditos o las aperturas de las películas para ver si me viene el nombre, pero raramente sucede.

Y con eso, el desenlace. Tener que preguntar es la derrota moral más aplastante. Acordarme solo, aaaahhhhh… qué placer mon dieu, ¡qué placer! Me siento Stephen Hawkings.

Si alguna vez les agarra la laguna y no se acuerdan cómo se llamaba el mogólico que se olvidaba los nombres, es Ale.

Quesíqueno

Situación 1:

- ¿Querés gaseosa?
- No.

(La cierro, la guardo en la heladera, me siento en la mesa).

- Bueno sí, quiero.

Situación 2:

(Manejando por Santa Fe y R. Peña).

- ¿Querés parar en la Bond a ver si encontrás esa remerita?
- No.

(Sigo derecho hasta 9 de Julio, aprox).

- Bueno sí, vamos a la Bond.

A ver, a ver. Primero, ¿por qué el acto reflejo de creer que no quieren* algo que todos sabemos que sí quieren? Segundo, ¿por qué esperar a que la oportunidad se convierta en complicación, para recién ahí decir que sí? ¿Por qué, eh? Por el amor de Dió, ¿por qué?

* Estoy muy tentado de adjudicarle este gataflorismo exclusivamente al género femenil, pero conozco suficientes especímenes masculinos que califican, con lo cual sólo podemos considerar a este trastorno como “mayormente femenino”. Lo que es justo es justo.

Dígalo con mímica

No me voy a andar quejando de los “tas?”, “toy”, “kpaz k si” y toda esa estúpida forma de escribir típica del MSN, mail o mensaje de texto, porque ya es un tema remanido. Lo que no me termina de asombrar es el aparentemente inevitable gestito dedil de “air pianista” que todos hacen cuando cuentan que chatearon con alguien. Hice la prueba y obligué a gente a contar su charlas cibernéticas sin hacer ese gestito y es imposible, ya es un acto reflejo.

Más allá de causarme gracia, esas cosas me dan miedo.

Eso sí que no

Puedo llegar a soportar que alguien apoye a Israel o Estados Unidos en sus guerras. Puedo entender que haya gente que siga queriendo que vuelva Menem. Hasta puedo aceptar que hayan existido los nazis. Incluso convivo con hinchas de Racing.

Lo que es absolutamente inaceptable es esto.



Señores, la guerra está declarada.

Cosas que nunca pude hacer

- Nunca pude ver lo que “aparece” después de mirar fijo esas imágenes que se supone que esconden otra imagen en 3D.
- Nunca pude embocar 2 baleros seguidos.
- Nunca pude hacer ese jueguito en el que le das la vuelta a la pelota con el pie en el aire.
- Nunca pude terminar el Doom 2, me mataba el mostro ojudo del final.
- Nunca pude terminar de leer un libro de García Márquez. Es más fuerte que yo.
- Nunca vi un día de sol en Merlo, San Luis, el famoso microclima (y estuve 2 veces, 10 días en total).
- Nunca pude ver Gladiador entera.

No, graciavó

El mozo del otro día se pasó toda la cena con que “cómo no señor”, “sí señor”, “¿desea vino señor?”, “la carta de postres, señor”. Dejo la propina, me levanto para irme y en la puerta de despide con un “chau, gracias papi”.

El cana que me paró en Gral. Paz esta mañana lo hizo al grito de “buenos días caballero, registro y cédula verde, por favor”. Se lo doy, “muy amable”, lo mira en 47 ángulos distintos, se va para atrás, charla con su compañero, me mira de reojo, viene, me devuelve todo y me dice “listo campeón, andá nomás. Disculpá la molestia eh”.

¿Soy yo que no entiendo el código de las formalidades o estamos rodeados de bipolares?

Shou mast gou on

Y pasó el año nuevo, el vitel toné, los corchazos en los ojos, el “qué bárbaro che, ya estamos en el 2009”, la tanga rosa, el clericó fizz, los balances de calendario, el acostumbrarse a semanas de dos días, esas cosas.

Ahora se vienen los días de 35 grados promedio, la general paz vacía, para algunos mucho laburo (es mi caso), para otros muy poco, la foto con los lobos marinos, la panza irreversible que quedó de las fiestas, la imposibilidad de armar un partido de fútbol hasta marzo, esas cosas.

En cuanto al piloto, pasó un año con blog de a dos, el primero. Pasó el “¿tenés algo? Porque si no decime que me pongo a escribir ya”, las peleas por el papel higiénico, el “¿Lo conocés a xxx? ¿No? Buenísimo”, los calcos, la gente que no termina de saber quién es Alex y quién Ale, esas cosas.

Ahora se viene un blog unipersonal, que será como remar en Nutella con dos saumerios, pero con ganas.

En fin, que la cosa continúa y, a pedido del público (?), el piloto sigue prendido.

¿Alguna línea más? Ok, continuamos a bingo.