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¿Cómo saben? ¿Me espían? O sea, no es que engaño a la gente o me hago el Ron Jeremy o me pongo las medias de Cambaceres abajo del boxer (joya nunca slip), pero tampoco es para que me lo digan así, abiertamente. Porque no jodamos, me lo mandan a mí porque algo saben. No me vas a decir que al hijo del turco le llegan estos mails. No macho, a él seguro le llegan cosas tipo “Too many sex, drugs & rock’n’roll and still bored? Fly to Vegas!”.

Al final mi vieja tiene razón sobre la interné: “¡Saben todo de uno!”.

Pequeñas rebeldías silenciosas

Todos las tenemos, ¿o me vas a decir que vos no? Ya sabés, esas cositas que las hacés a escondidas del mundo y que te generan una egoísta satisfacción y una sensación de que ok, la vida es una mierda, pero cada tanto se hace justicia.
Algunos viajan colados en el tren con una sonrisa y una sensación de triunfo; otro se afana los clips de la oficina para compensar las horas extras que no le pagan; alguno se queda con la mitad del Shot a la que le sobra la esquinita.

Yo, por ejemplo, le escupo la manija de abrir la puerta del auto (no sé cómo se llama el "picaporte de auto") a los que estacionan tapando las rampas de discapacitados, así se manchan la mano. Claro, para cuando el tipo llega el gargajo ya se secó y el muy sorete nunca se enteró.

En fin. Pasá y contá la tuya.

Algo que ver antes de morir.

Ok, ya está hecho el primer post explicando el qué y, aunque no lo haya, el porqué de este blog asi que pasemos a algo menos serio.

Una cosa llevó a la otra y hace un par de días comencé por mail una pulseada de poder con un amigo para ver quién podía encontrar el video más feo de David Hasselhoff (a.k.a. Michael Knight). Pasamos por varios momentos tensos y cuando pensé que yo estaba listo para adjudicarme el título, me manda esto:



Considero esta una de las producciones audiovisuales más patéticas jamás creada por el hombre. Por un lado lamento el habérselos mostrado pero por el otro no podía dejar de hacerlo como buen anfitrión de este blog que me considero.

Hasta la próxima.

Sí, qué tal

Hay blogs de historias de oficina, de chicos tristes con peinados raros, de equipos de fútbol, de programas de tele con chicas fáciles bailando difícil, de porneta, de fanáticos de la grande de jamón y morrones, de música, de lo que sea.

Hay blogs de todo. Éste, es un blog de nada.

No es ni temático ni conceptual ni referencial. Ni lo contrario.

Es esa hoja de atrás del cuaderno donde anotás las cosas que no entran en ninguna categoría, o una que a lo sumo sería “las cosas que escribo en la hoja de atrás”.

Es la versión blog del Virginia Slims o el Le Mans Suave Largo.

Es dibujar una carita sonriente con la mostaza arriba de la hamburguesa.

Es nada. O sí, es una buena forma de perder el tiempo.