Hace un rato tuve uno de esos momentos de iluminación, de súbita comprensión que nos da la vida cada tanto. Solito, cantando su canción, me di cuenta por primera vez en mi vida que Popeye el marino se llama, en inglés,
Pop Eye, ojos saltones. La alegría que sentí al descubrirlo solito sólo es comparable a la que expertimenté el día que descubrí la existencia de la paj... digo, la autosatisfacción. Ah, qué recuerdos...
Y así, pensando en nombres y frases con las que uno convive sin darse cuenta de su significado (sí, ya hablé de esto alguna vez, futuros botones), llegamos a un tema que va del mero ridículo a la pelotudez flagrante: los equipos de fútbol.
Todo bien con los que tienen nombre de personas como Vélez Sarsfield o cosas así, pero hay otros que no se entienden:
- All boys, "Todos muchachos": Ok, buenísimo, ¿y? Si me decís que son "todos zurdos", "todos hijos de padres separados" o incluso el mítico "todos putos" le podemos encontrar un mérito, pero "todos muchachos" es como ponerle "todos bípedos". Una gilada.
- Racing Club, "Club de carreras": como que le falta algo, ¿no? No sé, "Club de Carreras Fernández", ponele. Es como ponerle "Librería" a una librería. Y ni hablar que un club de fútbol se llame "club de carreras". Es como el de mi barrio, con los pibes jugamos al papi fútbol en "Santos Lugares Paddle", un despropósito.
- Chaco for ever, "Chaco para siempre": sin palabras, unos hijos de puta.
- Defensa y Justicia: ahá, y si fuera brasilero se habría llamado "Ordem e progreso", ¿no?
- Tiro Federal: el clásico debería ser "Tiro unitario", ¿o no? Pavotes.
- El Porvenir: éste es genial. Club con esperanzas como pocos, mira para adelante, con optimismo, pensando en el futuro... dejame de joder.
- Sacachispas: dejá, para qué te voy a decir.
Igual, nada de esto se compara con lo estúpido que es mirar a Ricardo Fort, y a consciencia.
Pobre este señor, se cree que es gracioso.