Yo sé que están bien vistas, que la cortesía es mejor que la mala onda y demás. Pero hay algunas reglas sociales que son al pedo y todos lo sabemos.
Ejemplo: en un negocio X te hacen un favor muy boludo que ni da para cobrártelo, seguido de la clásica conversación:
- Gracias, ¿qué te debo?
- Nada, nada.
- ¿Seguro?
- Sí, seguro, si no fue nada.
- Bueno, gracias.
Todos sabemos que el tipo no nos va a cobrar, ¿por qué la pantomima de
“¿seguro?”, como si insistiéramos? A su vez, el tipo sabe que uno no le insiste porque quiere pagar sino para quedar bien. Entonces, dejémonos de joder y cuando nos dice que no es nada, nos damos la vuelta y nos rajamos silbando una de Montaner.
Ejemplo 2: un tipo X parado en el bondi, que ya tuvo su oportunidad de sentarse y dejó sentar a otro. Ese otro se levanta, y uno, que está más lejos del asiento vacío y
sabe que el tipo X no se va a sentar, se acerca y le pregunta “¿no te sentás?”. A ver, uno sabe que el tipo no se va a sentar, y el tipo sabe que uno sabe. Entonces, en lugar de hacer la escenita Campanelesca, se le pide permiso y se sienta como si uno fuera Luis XV.
Todo bien con las buenas costumbres, pero usémoslas para cosas que valgan la pena. O si no, démosle valor a la insistencia y, si uno nos pregunta “¿seguro que no te tengo que pagar nada?”, le contestamos “y bueno, si insistís, son 132 mangos. ¿No tenés más chico?”.
¿No estaré demasiado beligerante? Ustedes dirán.
- Sentate vos. No, sentate vos.