El viernes se vivió un hecho destacado en SMAEP. No, no murió Arjona; no, no me llamaron para escribir una columna en Metro y medio; no, Valeria Lynch no quedó muda. Fue mucho más que eso: el público, los que están del otro lado de esta sucia vidriera de pelotudez, acudieron masivamente a censarse y contarnos a todos cómo son. Hubo gente que, mientras escuchaba "Señora de las cuatro décadas" y se clavaba una torta de crema y durazno, contestó las incisivas preguntas de este censista. Y gracias a todo eso, pudimos sacar algunas conclusiones (no está terminado el estudio final actitudinal porque durante el fin de semana siguió entrando gente y yo estuve ocupado comiendo sánguches de miga y mirando Boca-Independiente).
Las casi 120 personas que se presentaron nos contaron, a grandes rasgos, que:
- Este blog atrae a gente de dos generaciones distintas, lo cual indicaría que el daño es aún más grave de lo pensado. Y si tenemos en cuenta que un post de SMAEP fue publicado en el manual Kapelusz de Lengua y Literatura de 2° año, serían 3 las tandas de neuronas malgastadas. Irreversible.
- Más del 90% de la población corresponde a CABA y GBA u otros puntos de Argentina, pero aún así hay gente que trasladó sus problemitas a otros lugares del mundo y gasta su banda ancha internacional en entrar desde lugares insólitos como Islas Salomón, Singapur y "al lado de la Atlanterhavsveien", que googleando descubrí que es un puente en Noruega. Están del gorro, muchachos.
- minutouno.com y otros blogs amigos son los responsables de tamaña pelotudez, aunque es atendible la cantidad de gente que llegó gracias al boca en boca. Eso sí que es de hijo de puta, porque si me decís que entraste googleando "calefón roto" y caíse acá, te la entiendo, pero que alguien que se considera tu amigo te recomiendo esto... replanteate las amistades, viteh.
- Nadie osó confesar que entró acá buscando "cómo escribir canciones como Arjona" o "fotos de morochas secuestradas y obligadas al sexo". Se ve que esos desquiciados nunca volvieron, y lo bien que hicieron.
- Evidentemente, el nivel de los comentarios habituales es de alta calidad, lo que induce a pensar a muchos lectores que no estarían a la altura y, por ende, optan por no mantenerse en silencio. Flagrante error, señores. Si Toti Pasman puede hablar por televisión de temas serios y cobrar por ello, todos tenemos derecho a decir lo que nuestros cantores culos nos dicten. ¿Cómo te pensás que yo vengo acá todos los días, eh?
- La paja, como en casi todos los aspectos de la vida, es otro gran causal de silencio comentaril. Les da paja escribir unas palabritas, imagínensé si hubieran nacido en el siglo XVI, que para avisarle a un cuñado que uno cumplía años había que esperar 4 meses a que viniera la carreta con el correo. Se mueren, eh.
- Señores hombres: es
vergonzoza la abrumadora diferencia entre la cantidad de mujeres que confesaron ser amantes del dedito, mientras ustedes, mamertos, multiplicaban hasta el infinito el "¿Dedito? No.". No entienden nada, muchachos.
- El sólo hecho de que alguien no conozca (y fueron varios) la frase de El Chavo por ser demasiado jóvenes, me indignó jodidamente. Pero, por otro lado, es reconfortante saber que la cantidad de boludos que siempre entendió todo mal es enorme. Porque uno es boludo, y dicen que mal de muchos... bueno, eso.
- Ahora resulta que nadie mira a Tinelli, y el tipo mete 12454 puntos de rating. Eso me indica que a) la gente es capaz de confesar que se hace indagar el baúl con una falange pero no se atreve a reconocer que ve a Tinelli, o b) SMAEP es una isla cuyos habitantes tienen un gen intelecto-televisivo en común. Si es el a), es preocupante. Si es el b), fiesta ya mismo. Debe ser una de las cosas que más me enorgullece de este antro de estupidez.
- (AGREGADO) El temita del tamaño es categórico, concluyente y lapidario: primero, la mayoría no entendió el enunciado (era sí o no a la frase, no al hecho del tamaño en sí) pero igual se hicieron entender. Segundo, a las minas les importa el tamaño y los hombres lo sabemos. Tercero, importa el ancho más que el largo, pero a no confundir: aunque tenga 6 centímetros de grosor, si es cortita tenés un Cabsha y no cagás a nadie con eso. Nada, una mierda de vida la de los pitocortos y/o, desde ahora, pitoangostos.
- Si no fuera porque yo nunca pagué por sexo, supondría que son todos unos chamuyeros, pero opto por creerles y concluir en que, entre el rechazo al Tinellismo y el cariño rentado, somos todas unas carmelitas descalzas. Pero claro, después me acuerdo de los posts de viernes y los cientos de confesiones chanchos que he leído y no entiendo más nada.
Conclusión de las conclusiones: por alguna razón, la gran mayoría entra seguido, y de esa mayoría comentan muy pocos; una fidelidad silenciosa, podríamos llamar. Me tienta a pensar que el contenido de este blog no es lo suficientemente interesante como para invitar a compartir lo que pensamos con el resto del mundo, pero aún así vuelven y vuelven.
Entonces me pregunto: ustedes se dan cuenta que, estadísticamente, están más jodidos que esas personas que comen choripanes con pan lactal y mayonesa, ¿no?
Según los resultados,
el lector promedio de SMAEP sería algo así.