Pause

Por razones de fuerza mayor, declaré un asueto bloguil para hoy y mañana. El miércoles vuelve el Piloto como todos los días.

Si mientras tanto tienen ganas de pasar a saludar y/o dejar comentarios buena onda, se agradece. Me van a venir más que bien.

Salú

Blacorwait

Como dije alguna vez sobre el sorete del Bambino Veira, sigo sin entender esta onda de festejar a tipos que se virulean pibitos. Ni hablar si tienen la marketinera idea de morirse.

Tal es el caso de Michael Jackson, ese pibito que nació negro, murió blanco y vivió como un violeta.

Si quisiera recordar su infinito talento, debería homenajearlo con su video más famoso.
Si tuviera que demostrar lo mal que me caía, debería buscar la manera de denostarlo.

Por suerte hubo alguien que lo hizo por mí, ambas cosas al mismo tiempo.

Después no te quejes

A vos te digo. A vos, que pensás que tu hijo pequeño es un Teletubbie. Te quiero decir un par de cosas:

1- Tu hijo NO ES pelotudo y NO NECESITA que le hables como tal.
2- Las palabras ¡abubú abubú cucurrucucú cochita cochita mamá! no significan nada. Bueno, sí, que al decirlas te convertís en imbécil.
3- Si seguís hablándole como si te hubieras olvidado las nociones básicas del lenguaje, sólo vas a conseguir que de grande se avive tarde de cómo es la vida, se quiera poner al día demasiado rápido y resulte en nefastas consecuencias.
4- Mirá a tu alrededor, a otros padres. Si todos hacen la misma estupidez que vos, preparate para un mundo lleno de subnormales en unos 20 años.
5- Si no podés evitar hablar así con tu hijo, al menos intentá evitar hablar así de tu hijo con otros humanos adultos. Te van a respetar más, en serio.
6- ¿Nunca te preguntaste de dónde sale tanto emo y tanto flogger?

Ningún padre/madre está preparado para que su hijo venga y le diga “papá, ¿me podés dejar de hablar como pelotudo?”. Haceme caso y ahorrate un mal momento para vos y muchísimos para el resto de la sociedad.

EPDD (Encuesta Pelotuda Del Día)

Preguntas simples cuyas respuestas no tienen mayor argumento que la preferencia de cada uno. Además de contestar (y argumentar) la pregunta del día, pueden agregar otra para que contesten los demás.

La pregunta de hoy: ¿termotanque o calefón?

¡¡¡Último momento!!!

Según las encuestadoras Poliarquía y Mora & Araujo, al 25/06 a las 10:30 AM, los resultados a boca de urna arrojan los siguientes resultados:

Calefón: 64% (16 votos)
Termotanque: 34% (8 votos)
Cacharrito de agua caliente: 4% (1 voto)

A esto le sumo mi voto, que por supuesto va a Calefón.
Preparate, en 2011, Calefón gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Doble y triple sabor

El tema de ayer me recordó una duda existencial: ¿por qué los sánguches de miga pasan de “simple” a “triple”? ¿Cómo es la cosa? ¿Y el “doble” de miga? Si es simple porque tiene un solo gusto, el de jamón y queso debería ser doble, pero no, somos grandilocuentes y le decimos triple.

Pasa lo mismo con los alfajores: si al común de dos capas no se le dice “doble”, ¿por qué al que tiene una capa más se le dice “triple”?

Dudas que uno tiene.

Do the evolution

Desde tiempos inmemoriales he sido vejado, discriminado y vilipendiado por mis amigos y familiares, debido al modo en que uso mis dedos para agarrar los sánguches.

A saber: todos utilizan el antiguo sistema prénsil que consta de usar el pulgar por debajo y el resto de los dedos por sobre el sandwich, lo que indefectiblemente lleva a doblar el elemento en cuestión, dejándolo como una mueca de tristeza hecha de pan, jamón y queso.
Mi sistema es diferente: los dedos pulgar y anular van debajo (el meñique también pero no sirve para nada) como base, mientras que sobre el chegusán quedan los dedos índice y mayor. De este modo se obtiene una perfecta distribución de fuerzas, casi diría que es una forma científica de tomar el sámbuche.

También se puede utilizar en pizzas, alfajores grandes, o incluso para tocar la armónica.

Lo dejo a consideración del público, ustedes dirán si mis amigos tienen razón o estamos frente a un acto evolutivo sin precedentes.

Cosas de las que no se vuelven

Todos pasamos por momentos, historias o situaciones de las que preferimos no acordarnos, pero podemos seguir viviendo más o menos tranquilos.
Pero hay otras cosas que no tienen vuelta atrás.

De agarrarte una mina ayuna de toda dentadura, no se vuelve. Del llavero que cuelga por fuera del bolsillo no se vuelve. De haberte comprado un disco de Cristian Castro siendo hombre, no se vuelve. No se vuelve de la ojota con medias, de que te guste Valientes, de haber ido a ver al Puma Rodríguez ni de haber votado a Rico.

Y del ridículo, sí, pero ¿qué es el ridículo al lado de esto?

De habilidades y torpezas

Soy muy choto en muchas cosas, pero tengo ciertas habilidades en las que soy casi imbatible:

- Soy un GRAN dosificador de dulce de leche en el flan. Es decir, nunca me pasa de quedarme sin dulce cuando restan 3 cucharadas de flan, ni lo contrario (un pedacito de flan y medio kilo de dulce). A ese respecto, Alex es pésimo.
- Tengo un altísimo porcentaje de acierto en vaticinios numéricos como el saldo de mi celular o los minutos en que se harán los goles. No así para la quiniela o cualquier cosa que reditúe enconómicamente.

Ahora las torpezas:

- Soy un PÉSIMO elegidor de cajas de supermercado. Cuando creo que por fin elegí bien porque hay poca gente, la cierran.
- No sé hacer las compras. SIEMPRE me olvido algo, aunque haya salido a comprar dos cosas. Hubo casos en que salí a comprar una sola cosa, me la olvidé y en el camino compré otra. Un gil.
- Jamás acierto la temperatura justa del calefón al primer intento, con lo cual me la paso yendo en bolas y cagado de frío a subir o bajar la perilla.

Igual, nada super a Peppers y su habilidad ninja de subir el último pedacito de flan a la cucharita sin apoyarse en nada. Mis respetos para el líder.

I believe in miracles

Necesito un milagro. No sé, algo, un evento inesperado y “festejable”. Ojo, no es una situación negativa que necesita ser revertida, como cuando vas perdiendo 4-0 y faltan 10 minutos. No.
Una vez iba de camino a Obras a ver un recital de Sepultura, y nos faltaban 10 pesos (viejas épocas, la popular costaba 15 mangos). A pocas cuadras de casa, miro para abajo y veo, claro que sí, 10 mangos. Lo que necesitaba, ni más ni menos. Eso fue un milagro. Boludo, chiquito, poco relevante, pero de los que sirven para ponerse de buen humor.

Bueno, eso es lo que ando buscando. ¿Alguno tiene?

Rivaival

Cosas que recuerdo de cuando era chico:

- Figuritas: el alegrón cuando te tocaba la difícil, la gran decepción cuando ya tenía las 4 del paquete.
- Nunca tuve un muñeco de He-Man. Es una cuenta pendiente que no quiero cubrir.
- Mirar V, Invasión extraterrestre y comiendo salchichas con queso. Pocas cosas me hicieron tan feliz.
- Una vez estuve en un escenario con los Titanes en el ring. Glorioso.
- Mi vieja era directora de un primario, así que fui 7 veces de viaje de egresados.
- Me tiré de mortal desde el trampolín alto e hice un largo por abajo del agua. Fui un héroe.
- En mi viaje de egresados de 7mo espié por una ventana a la coordinadora, 25 años, desnuda. Todavía me la acuerdo.
- Comía Mielcitas y tomaba Naranjú. Qué bosta, por Dió, pero cómo me gustaba en ese momento.
- Salí segundo en unas olimpiadas matemáticas. Ahora no me acuerdo ni cómo dividir sin usar calculadora.
- No tenía blog.

Tengo miedo nene

Un matrimonio estaba de luna de miel en Brasil. Volvieron en vuelos separados: él a Dubai, ella en el vuelo 447 de Air France. La quedó, obviamente. ¿Cuál es el chiste? Es la segunda esposa que el ñato pierde en un accidente aéreo.

Una italiana llegó tarde al vuelo 447 y lo perdió. Se salvó, fiesta, vamo’ lo pibe. Un par de días después iba por la ruta (cantando “I will survive”), pumba contra un camión y a otra cosa mariposa.

Loco, tengo miedo.

Todos los caminos...

Según el departamento de Estadísticas de SMAEP, hay gente que cae a este humilde blog buscando este tipo de palabras:

selu
ranelagh
araceli
carlos
photoshop
tevez
tanga
investigo
postre
antonio
vaquita
san
chicasrolingas.blogspot
sobre
tatuaje
orto
yegua
del
se
shimmy
piloto

O sea, por alguna extraña razón, quien busca yegua del orto que tanga, investigo sobre la vaquita de san antonio o chicas rollingas termina acá. Podemos despistar a todos poniendo palabras tipo “enanos garchando” o “pena de muerte”, sólo para pescar transeúntes internetiles desprevenidos. O podemos dejarnos de pelotudear, también. Mmmm… no, prefiero la primera opción.

. El departamento de estadísticas de SMAEP

Open your eyes

Estoy absolutamente convencido que lo primero que escuchamos cuando nos despertamos nos marca para el resto del día, o por lo menos de la mañana. Por eso me parece fundamental elegir muy bien el sonido de nuestro despertador.

Cuando era más pendejo me despertaba con un gallo psicótico que te cacareaba en el tímpano, seguido de una gallega que te informaba con mucha mala leche que “sonlas-ocho-horas-diez-minutos”. Un piñazo, seguir durmiendo… el gallo y “sonlas-ocho-horas-veinte-minutos”, y así hasta que me levantaba. Estaba todo el día prendido fuego, obviamente.

Hay gente que elige salir del placentero sueño con un pipi-pipí pipi-pipí; otros con la tele, lo que conlleva el peligro de despertarte escuchando los gritos tartamudos de Bonelli; otros se coparon con el despertador de la película “Abre tus ojos”, una galleguita mucho más comprensiva y dulce que te dice, obviamente, “abre tus ojos”.

En mi caso, cada día comienza con el increíble “Here comes the sun”, de los Beatles. Antes era “Black bird”, pero cambié. “Here comes the sun” es el único tema capaz de soportar el estigma de ser mi despertador sin que por eso lo odie.

Se los recomiendo, cambien su despertador por un tema que les guste mucho y van a ver que la vida… es una mierda, pero suena lindo.

Cuentas que no dan

En una cuenta promedio (jornada de 8 horas), laburamos un 33,33% del día. Es decir que nos queda un 66,66% de descanso.
En la semana tenemos un 28,57% de tiempo libre (los que no trabajamos fines de semana).
Hasta ahí es poco, pero más o menos zafa. Ahora viene el quilombo: las vacaciones. Los que tienen 15 días al año (la gran mayoría) sólo descansan un 5,36% del tiempo. Los que tenemos la “suerte” de tener 21 días, vacacionamos un 8,04%.

Es como si trabajáramos 22 horas y media por día o como si un partido de fútbol tuviera 4 minutos y medio de entretiempo.

¿Por qué toda esta cuenta? Porque hace un mes que volví de mis vacaciones y ya estoy hecho una bosta. No da laburar el 95% de nuestro tiempo. En serio, nos están cagando, feo.

La vida es una mierda.

Bad milk

Aunque no parezca (soy una máquina de despotricar), creo en la inocencia hasta que se demuestre lo contrario. Todavía tengo el acto reflejo de pensar, ante un acto de aparente mala leche, que la persona en cuestión “quizá se equivocó”. Bueno, hay gente que no merece semejante respeto.

- La dueña de la cancha de fútbol: el sábado jugué con mis amigos al fútbol, como siempre a las 18, por lo que terminamos de jugar cuando empezaba el segundo tiempo de la Selección. La dueña del lugar (que tiene TV y mesas para tomar algo) decidió que no quiere mirar fútbol en la tele, y puso TN. El tema es que ella tampoco miraba, porque leía una revista… pero no nos dejó poner el partido.
- La vieja que llama al remís justo cuando empieza el partido en un mundial: señora, está bien que a usted le chupe un soberano huevo, pero al mundo sí le importa. ¿Puede ser tan mala leche?
- El que cae al restorán a las 2 de la mañana y se pide lenguado a la checoslovaca con papas al plomo y salsa de cáñamo rosado marinada, como si nada. Claro, los cocineros y los mozos que ya se estaban sacando el delantal, que se curtan…
- El que está sentado solo en el asiento doble del colectivo: el asiento de al lado como el individual del otro lado del pasillo están libres, vos llegás con alguien y quedan uno de cada lado, porque el señor (que te ve charlar, medio gritar) se hace el boludo y no te ofrece su lugar para que vos y tu acompañante vayan juntos.
- Yonti.
- Complete en la línea de puntos:…………………………………………………………………………………………

Salas de tortura

Viejo, es muy simple: alguien tiene que hacer algo con las salas de espera. No importa si son de médico, de peluquería, de dentista o de lo que sea. TODAS tienen revistas Gente y Caras del ’94. TODAS tienen una tele de 8’’ empotrada en el ángulo más lejano, obviamente clavado en Crónica o TN y con el volumen en 3. CASI TODAS tienen sillitas de metal con almohadoncitos finiiiiiiiiitos que te rompen el culo en 6 minutos y medio.

Encima que estás por entrar al proctólogo para que un señor gordo mande su dedo Boy Scout de excursión por tu tracto rectal, tenés que esperar la tortura viendo al Puma Rodríguez en pleno auge o a María Julia Alsogaray en pelotas con un tapado de visón. No da.

Yes we can

No sé ustedes, pero yo podría vivir más que feliz sin ver todo el tiempo a De Narváez diciendo “¿me ayudás?”, a Marcelo Bonelli tartamudeando sólo de “la gripe que aterroriza al mundo” o “el misterio del Erbus 447 de Erfrán” y, sobre todo, a la genial interpretación de Mariano Martínez y su campesino fronterizo al grito de “Isa, te juro que no lo hago má”.

Casi que me hacen extrañar a Suar y su chorro salsero de “Poliladron”.

Replanteate, nene

Vos creías que tenías mala suerte porque la mina que te gusta no te da bola. O porque te robaron el celular. O porque cerraron la caja del supermercado justo cuando te tocaba a vos. O porque la semana pasada se te ocurrió que comprar acciones de General Motors era la mejor idea del mundo.

Bueno, replanteate: a este señor le fue un poquititititito peor.

Promesas electorales

Si alguna vez gano las elecciones para ser Dios, mis primeros actos de gobierno serán los siguientes:

- Erradicaré por siempre jamás el zapallo, la batata y el zapallito. El zuchini es negociable.
- Con un movimiento de mi mano de izquierda a derecha y con la palma hacia abajo, “plancharé” todos los empedrados. Al menos los de Buenos Aires. O al menos los que están en mi camino.
- Reviviré a Joey Ramone y, para que se mantenga el equilibrio cósmico, me llevaré en su lugar a Moria Casán.

Después sí, las guerras, el hambre, las enfermedades y todo el laburo del día a día. He dicho.

Nudismo recurrente

Recién alguien me contaban su sueño recurrente: un tsunami que llega y se lleva todo.
Como no tengo ganas de esperar hasta el jueves para ir a terapia, lo cuento acá: en el mío, voy por la calle y me doy cuenta que estoy en bolas de la cintura para abajo. El resto todo bien, tengo remera, campera, incluso zapatillas, pero nada de pantalones ni calzones.

Estoy al horno, ¿no? Y si lo estoy, no creo ser el único, ¿no?