Pelotudez ilustrada

Uno intenta comprender por qué existe gente que come voluntariamente galletitas de arroz o se pone "Me gusta" a sí mismo en el Feisbuc. Y al investigar, uno descubre que el submundo de la pelotudez es mucho más sórdido de lo imaginable, y sólo responden a una única razón: la pelotudez humana es genética, impredecible, degenerativa e incurable. O, lo que es lo mismo, el pelotudo es un ser condenado que no sabe hacer otra cosa que no fuera buscar actividades para desarrollar su pelotudez.

Sólo así se explica que, colectivamente, adoptemos costumbres paganas como el festejo de Halloween o San Patricio. Si yo veo a un solo pibe argentino al grito de "¿dulce o truco?", ahí nomás le pego un corchazo en la ingle, no sea cosa que después crezca y lo tengamos que ver disfrazado de duende, mamado y meado encima en la puerta del Kilkenny.

Sólo así se explica que 70653 personas tengan a Mouche en el Gran DT. Qué tipo Mouche, es el baño de realidad de toda buena experiencia. Es el tío borracho que te arruina el 15 de la nena. Es la multa por exceso de velocidad que te llega después de las vacaciones. Eso es Mouche, y 70654 pelotudos lo tienen en sus equipos, incluído Falcioni.

Así es que, señores, nunca debemos olvidar que el pelotudo, tanto en su calidad de individuo como parte de la masa de la pelotudez general, es la explicación de casi todos los males de este mundo, salvo mi gordura, que sólo es responsabilidad de este cronista y de mi vieja, que insiste en regalarme kilos de queso. Así no se puede.

¿Votaste a Lilita? El Dr. Casa tiene algo que decirte.

Jane's adiction

Uno de los grandes flagelos mundiales de la nueva era es, sin dudas, las adicciones. Están las más comunes (y más destructivas) como la fafafa, el acohol, el pucho, la comida, Tinelli, etc. También existe un submundo de adicciones algo menos nocivas pero infinitamente más pelotudas: el otro día vi un informe sobre una mina que no podía parar de comer pedacitos de papel higiénico, otra que olía nafta cada 10 minutos (se llevaba un frasquito en la cartera), una que comía piedras y flagrantes estupideces similares. Después están estas nuevas pelotudeces como la adicción al trabajo: para mí, es como ser adicto a pegarse un martillazo en un huevo cada 35 minutos. También había una adicta al sexo, con la que me sentí identificado, pero con la que tenemos una diferencia sustancial: ella se la pasaba garchando, mientras que lo mío es como ser adicto al avistaje de meteoritos: una adicción con poquísimas probabilidades de satisfacción.

Pero no es necesario mirar la tele para encontrarte son adicciones pelotudas. En mi caso, soy jodidamente dependiente de las Halls Strong; lo que el paco es al sistema nervioso central, el Mentho Lyptus es a mis dientes y mi dieta.

La flaca, mi media mandarina, es adicta a la función "prelavado" del lavavajillas (junto al secarropas, conforman los dos mejores inventos burgueses a los que he accedido en mi vida): mete 4 platos y siente la urgente necesidad de darles un prelavadito. Como lo completamos cada 2 ó 3 días, anda con síndrome de abstinencia 3 veces por semana.

Por otro lado, si consideramos a las adicciones como un mal hábito difícil de dejar, técnicamente podemos considerar adictos a los fans de Arjona, a los consumidores compulsivos de pulóveres de polar con montañas nevadas, a los usuarios de riñoneras, a las que hablan todo en diminutivo y a los que se conocen todos los capítulos de Los Simpsons. Upa, con el último metí polémica.

En definitiva, somos todos adictos. La dignidad radica en cuál es nuestra adicción.

Adicto al fracaso televisivo.

Pailot Tradactor

Suponete que en un día alguien cae en coma.
Suponete que fue en los 90.
Suponete que se levanta ahora y no entiende un sorete de que es lo que está pasando en esta actualidad argentina y mundial.
Suponete que te pide ayuda para entender y te agarra en esos 5 minutos de bueno y le decís que si.

Acá en SMAEP, siempre pensando en como darte ayuda a problemas cotidianos, te ofrecemos el Pailot tradactor 1990-2011, 2011-1990:

2011-1990

Wachiturro:Es como el grupo Tremendo, pero sin vestuarista, sin asesor de imagen, sin cantante, sin ritmo pero con antecedentes penales.

Pro:
Dícese de la UCeDe.

Menennnnnn:
Sigue, solo que mas viejo y menos hijo de puta, porque ya no puede hacer más daño que una acelga en la heladera, de lo viejo que está. Igual, sigue levantando la mano por dolares.

Duhalde:
Sigue siendo candidato a presidente. Sigue perdiendo.

Peso:
10.000 australes... o un invento argentino de Calllos primero, para que sea luego Dios de un montón de gente que pudo viajar arafue.

Huevitos kinder:
Jack con sorpresa redondos

Guerra de Irak:
Nos movimos 2 casilleros a la derecha, ahora es Afghanistan

Tinelli:
Sabados circulares de pipo mancera, pero en vez de presentar cantantes, mostramos teta, ojetes y últimamente chuchis a granel, matizado con peleas de vejestorios que alguna vez fueron mediocres desconocidos en lo que hicieron. Salvo una, solía actuar de doble de Mister Ed.

Majul:
Guerrero Marthineitz , pero con la profundidad de un lavamano y el ingenio de un crucigrama hecho.

Ricardo Fort:
Es como Freddy mercury, pero más puto, menos armónico y la frescura y la gracia de un eskabe de 5000 calorias.

1990-2011

World Trade Center:
Una hermosa fuente, la cual un contratista llamado Bin Laden se ocupó de cavar.

Elecciones en Argentina:
Elecciones abiertas del peronismo.

Derecha:
Peronismo

Izquierda:
Peronismo

Centro:
A que no adivinas?! Peronismo!

Indulto:
Cadena perpetua

Domingos para la juventud:
Bariló Bariló, con menos putas, mas premios y MUCHÍSIMAS mas horas.

Maradona:
Messi + huevos


Los invito por favor a que hagan sus aportes, que seguramente sean mucho mas correctos, ocurrentes, lindos, altos, morochos y de ojos mas verdes que estos que hice yo.

Una imagen que ya no se puede dar. Ah, no, pará...

Nontendo

Iba a escribir una boludez sobre el hecho de que me siento pésimo, me duele la cabeza, tengo náuseas, todo me da asco y tengo una panza prominente, y que entonces técnicamente estoy embarazado. Iba a escribir todo otro montón de cosas, pero no tengo energías, así que sólo me dedicaré a enumerar ciertas cosas que no entiendo de la vida:

No entiendo el Sudoku.

No entiendo la mayoría de las letras de Divididos, aunque sospecho que en la mayoría hablan del fassssssso.

No entiendo cómo es que, en una era en la que una feta de paleta sanguchera se conserva a sí misma bajando una aplicación de internet, todavía nadie haya resuelto el temita de los sachets de champú. Y tampoco entiendo por qué no se ponen de acuerdo y le decimos todos "champú", "shampú", "shampoo" o como quieran, pero todos igual.

No entiendo cómo fue que ningún profesor de la facultad fue capaz de decirle a Majul que se dedicara a otra cosa. Aunque pudiera ser que originalmente estudiara para cirujano y, ante el peligro inminente, el profesor de "Gastroenterología 3" le haya recomendado alguna carrera menos riesgosa para la sociedad. Si fue así, se ve que no lo entendió.

No entiendo qué tiene que ver todo esto con que yo me sienta mal. Y bué, quévacé, menos averigua David Bisbal y sigue cantando.

No entiendo cómo no entiende.

Perfiles: mundo alfajor

Ya demostramos que se puede describir el perfil psicosociomájuloemocional de una persona con sólo saber qué postre elige habitualmente.

Hoy haremos el mismo ejercicio, pero utilizando otra información completa y fidedigna: el alfajor preferido.
A saber:

Jorgito: el Jorgitero siempre se mantuvo en un punto medio, en ese difícil equilibrio entre el desinterés y la ostentación, entre ir a laburar en ojotas y salir a comprar al chino tuneado como para ir a Esperanto, entre fumar Viceroy y fumar Benson & Hedges. Cuando pide empanadas dice "2 de jamón y queso y 2 de la que vos quieras". Un tipo difícil, que te da esa libertad que no ayuda. Se siente más que un Guaymallén pero menos que un Cachafaz. Es la culona sin tetas, el gordito simpaticón, el carilindo pelotudo o la nerd fiera.

Guaymallén: es alguien que no se cuestiona demasiado por qué hace las cosas que hace, pero sabe que algo hace ruido. Va siempre al mismo lugar en vacaciones, habitualmente a la playa, y se siente emocionado cuando pasa el grupo de boludos aplaudidores con un pibito perdido en hombros. Es rutinario, pero no por convencimiento sino porque no encontró nada que lo convenza de cambiar. Pero atenti, un día va a descubrir que en la vida hay mucho más que alfajores Guaymallén, y ese día agarrate porque a la semana está hecho un Pachano enloquecido.

Cachafaz: es un gourmet, sabe lo que es bueno y no tiembla a la hora de gastarse 6 mangos en un alfajorcito, porque siente que lo vale. Cree fielmente en el mito urbano de que los dueños de Havanna se pelearon y uno de ellos fundó Cachafaz, y se siente un descubridor. Al mismo tiempo se siente desencantado con el éxito de la marca, como un fan de Los Piojos que los veía en Arpegios en el '89 y odia que se hayan hecho famosos. Pero sabe que no hay mejor cosa en la vida que un Cachafaz de chocolate blanco y dulce de leche.

Cachafaz de mousse: tiene alma retro y se emocionó hasta las lágrimas cuando salió éste, que tiene el pack idéntido al Suchard. Es TAN amante del pasado que no acepta el innegable hecho de que por fuera es igual, pero en sabor se parece tanto como Chiche Duhalde a Ricky Martin.

Fantoche: ambicioso, no se anda con chiquitas. Es el primero en probar el Stacker de 7 pisos en Burger King y prefiere enfiestarse con 3 bichos canasto antes que remarla con una rubia más o menos. Siempre prioriza cantidad por sobre calidad. Ama esta campaña publicitaria.

Negro o Blanco de Bagley: se cree moderno, pero en el fondo fantasea con tener cabezas de alce en la pared o una pecera en el living. No lo sabe, pero tiene poderes para hacer cosas imposibles como doblar la sábana de abajo o deletrear correctamente QUETZACOÁTL sin respirar. A la primera escena de Sexto sentido ya sabía que el ñato estaba muerto, pero no por pensarlo; lo sabía y punto, y ni siquiera le molestó, la miró igual. Y todo eso porque hace las cosas sin pensar demasiado: para él, la vida es blanca o negra, el resto es cosa de putos y/o hinchas de Racing.

Después están esos fascinerosos que comen porquerías como el alfajor Tofi o, Dios los perdone, alfajores de fruta; o aquellos que, por bondades geográficas, conocen el famoso Capitán del Espacio. Ninguno de ellos resiste el menor análisis, sería como hablar de un fanático de Fernando Niembro: absurdo.

Bueno, también hay gente que come pasas de uva, así que tan mal no estamos.

Cachafaz blanco or die.

Agenda garchil

El timeline de la vida es fácilmente separable en etapas: niñez, adolescencia, adultez, vejez, titularidad en el equipo de arriba (o abajo). Por supuesto, esa clasificación es insuficiente, siempre se puede explicar con más detalle cada etapa: la niñez es el período en el que pasamos de grado sólo por cumplir años, casi sin mérito; la adolescencia es la etapa comprendida entre el nacimiento del primer pelo en los huevos del caballero o la pantufla de la dama, hasta el momento en que los padres ya no tienen la obligación legal de seguir dándole de comer a uno; la adultez es el período comprendido entre el momento en que le cambiamos el primer pañal a un hijo hasta el momento en que éste nos cambia el primer pañal a nosotros; la vejez es volver a cagarse encima, hablar balbuceando y dormir en posición fetal, hasta que nos toca dejar la cama libre para el que viene atrás.

Pero, por supuesto, hay un factor que define mucho más simplemente las etapas de la vida: la cantidad de horas semanales dedicadas al sexo.

La niñez casi no cuenta, ya que el despertar de los ardores marca el comienzo de la adolescencia.

En la adolescencia, los hombrecillos pueden ocupar hasta un 88% de su tiempo en autocomplacerse y, si tienen suerte de entrarle a empujones a una damisela, sumarán un 9%, dejando un 3% para boludeces como dormir, comer y jugar a la Play.

La adultez se divide en sub-etapas:

- De los 20 a los 30, se impone un mínimo de 3 a 5 horas semanales; un índice menor redunda en una merma en las condiciones generales de adaptación. El sexo ocupa el equivalente a un DVD completo de Pink Floyd con invitados sorpresa y todo.
- De los 30 a los 40 se reduce drásticamente a 1 ó 1 hora y media semanal, a dividir en 2 tandas de media hora, una de hora completa o varias sesiones de rapiditos de entretiempo del partido de Boca. Se garcha el equivalente de un CD de Ramones en vivo, apuradito y sin bises.
- De 40 a 60 vuelve a haber algo más de tiempo pero menos energía, por lo que el promedio se mantiene. Se garcha aproximadamente lo que se tardaría en contar todos los votos de Lilita Carrió.
- De los 60 a los 65, pastillita azul mediante, increíblemente se incrementa el ritmo hasta casi las 2 horas semanales. El equivalente de dos partidos de papi fútbol o 3 capítulos seguidos de Lost.
- Luego de los 65 cada acto es un pasito más hacia una muerte segura.

Ojo, esto está debidamente comprobado, eh. Yo estoy en la franja de los 30-40 y puedo dar fe.

El tiempo es oro, viteh.

Nuevo Testamento - Bonus track

En un esclarecedor informe que cambiará la historia mundial, SMAEP revela una verdad insospechada: se descubrieron 4 pasajes bíblicos que había sido eliminados de la edición original de la Biblia. Y, como no podía ser de otra manera, tuvimos acceso exclusivo. A continuación, la nueva verdad:

"...y dijo el Señor: tú, hombre, seréis hombre y viviréis como hombre, y amaréis a la mujer; tú, mujer, amaréis al hombre; y juntos engendraréis a Valeria Lynch, y ya nada será lo mismo...".

"...y dijo el Señor: seréis pésimo en aquello que haces, mas aún así llegaréis a vuestro hogar y recibiréis el favor de una hermosa mujer, y nada os importará. Y Mouche sonrió."

"...era el tiempo en que las bestias y los hombres confundíanse, éstas por sus formas, éstos por sus modales; y sobre todas ellas, bestias y personas, reinaba un ser que era mezcla de ambos, lo peor de ambas especies, y nunca moría. Su cara era bestial, su cuerpo era putrefacto, y su nombre era Moria".

"...y, para enfrentar a las temibles fuerzas del infierno, Dios creó el equipo del Cielo, el que jamás sería abatido y nunca conocería el sentido de la palabra derrota; y así formó: Jobs; Winehouse, Sandro, Mitch, Yan; Morrison, Coleman, Don Adams, Presley; Joey Ramone y Víctor Sueyro. Y vencieron eternamente."

Estos sí que son pasajes bíblicos, qué me venís con esas boludeces de los 10 mandamientos, tirar la primera piedra o pelotudeces semejantes, eh.

El 9 goleador. © Es lo que hay.

Recordatorio

Uno anda por la vida así, como si nada, creyendo que todo está bien (o al menos no tan mal como tirarse debajo de un Metrobus), amparado en la más valiosa de las circunstancias: la ignorancia.

Pero acá somos mala onda y nos gusta remover la tranquilidad de las almas ajenas con la peor de las armas: la información no deseada. Usted, que anda tan sonriente, siempre recuerde que:

- Eduardo y Chiche Duhalde garchan. Se desnudan, se tocan, se chupan. Garchan.

- Brad Pitt, Jennifer Aniston, Robert Downey Jr., Megan Fox, etc., garchan... con otros que no son usted. En algunos casos, lo hacen entre ellos, pero usted NUNCA es de la partida.
- El piloto del avión en el que usted viajará, y de quien su vida depende, también puede tener la costumbre de dormir poquísimas horas por quedarse mirando porno o capítulos de La ley y el orden UVE, como usted.
- Ese exquisito plato que usted probó la última vez que estuvo en un restaurant, se hizo con ingredientes que pasaron por, al menos, 5 ó 6 pares de manos. Estadísticamente, al menos un 30% de la gente no se lava las manos después de ir al baño, lo que indica que su delicioso almuerzo probablemente haya sido manipulado por un señor que llevó sus manos de su sudorosa gaviota a su plato, sin escalas.

Nada, eso nomás. Pa' que no se olvide de cómo es la vida, ¿vió?

Si se te apaga el piloto...

Inquietante

Uno está acostumbrado a recibir pavadas de todo tipo por todos los medios de comunicación directa existentes: ya me gané 157 Volkswagens 0 km por teléfono, ya me llegaron mails con ofrecimientos insólitos como millones de dólares de un banco de Nigeria o (y ahí sí se fueron al carajo) videos de Cinthya Fernández vestida.

Pero esta mañana me llegó un SMS MUY inquietante, porque era de un amigo MUY cercano. Era una pregunta, y muy directa: "Claribel Medina, ¿está buena o qué?".

Después de contestarle que, salvo agarrarse un huevo con la puerta del subte A, pocas cosas deben calentar menos que Claribel Medina, recordé que a este blog han llegado MUCHAS personas buscando fotos de la susodicha en tanga o similares. Y me preocupé.

¿Están todos en pedo? ¿Soy yo el que se está perdiendo algo? Entonces me cuestioné mis gustos y descubrí con una mezcla de horror y fascinación que le daría, con besitos y todo, a Andrea Politti y a Silvina Chediek.

¿Se me rompió definitivamente el filtro o estamos todos igual? Tengo miedo.

Le entro como Topa al Danonino.

Nuevas leyes

Toda sociedad tiene sus males (la droga, el hambre, la enana Feudale, etc.) y los combate con las mejores armas que tiene a mano: las leyes. Pero, como todo cambia, esas mismas leyes van quedando obsoletas y anacrónicas con una velocidad inusitada. Pensemos que en Texas todavía existe la pena de muerte y en nuestro país, en el que señores escuchan wachitturo sin auriculares en tren, no; insólito.

Por eso, en SMAEP proponemos la creación de nuevas leyes que abarquen ciertas áreas grises de la legalidad y la responsabilidad en la generación del delito, a saber:

Ley de Responsabilidad Capilar: así como un padre golpeador o un vendedor de paco es directamente responsable de la existencia de un joven wachiturro descarriado, no hay que olvidarse de alguien tan culpable como ellos: el peluquero. Estos señores, ponderando el negocio por sobre el bienestar social, aceptan sin chistar el pedido de un borrego que le exige "rapame todo al costado, dejame el techito redondo y teñímeló de rubio con agua oxigenada, como Néstor en bloque". Para el peluquero que acepta, paredón.

Ley de Desbonellización Televisiva: es simple, para ser periodista será obligatorio el secundario completo y la aprobación de exámenes de vista, audición, inglés básico y foniatría. Así evitaríamos levantarnos a las 8 de la matina y escuchar que Bonelli nos cague a gritos tartamudeando y comiéndose todas las eses del vocabulario.

Ley de Apodismo Deportivo: queda terminantemente prohibida la utilización de apodos temáticos para deportistas de élite. Futbolistas apodados "La flecha", "El muro" o similares deberán buscarse nuevos alias (o áliases). Lo mismo para boxeadores como "Mano de piedra", "Locomotora" o "La mole". Se aceptarán apodos que no remitan a sus condiciones como deportistas pero que sí hablen de otras características como "Lavandina" o "Hueco" para futbolistas y Walter "Tirapiola" González o Sergio "Comeviejas" Benvenuto en boxeadores.

Señores, si queremos detener el delito, debemos ser estrictos. Y si no, hay tabla.

Héctor "Stolbizer" Andrada, aprobado por ley.

Tomando partido

La vida ofrece situaciones que no admiten discusión, y de a montones: nadie en su sano juicio osaría negar que el mejor sánguche de miga es el de jamón y queso, que Majul es un pelotudo y que Marcela Kloosterböer está más fuerte que la casa del tercer chanchito.

Pero como nos gusta vivir al límite, nos metemos en esas cosas que generan polémica, tomando partido. A saber:

Le decimos que NO a la proliferación de los Bossa 'n Lo que sea: las primeras estuvieron bien, pero el día que escuché "The KKK took my baby away" de los Ramones cantado por una brasilerita cachonda, casi me agarra un ataque de pánico con severas tendencias esquizoides.

Le decimos SI al agua finamente gasificada: es la industrialización de la mejor combinación bebestible jamás creada, el agua con soda. La medida exacta es: 60% soda, 40% agua; con eso te ahorrás el sifonazo nasal y el burbujeo exagerado de la soda fría, y calma la sed como ninguna otra bebida. Y dicen que se te alarga la pinchila 2 mm al año, aunque no está confirmado.

Le decimos NO al apodo genérico: es muy propio de empleada de fiambrería o de dependiente de ANSES decirle a todo el mundo "¿qué necesitás, Negri?". Y... para empezar, que mires bien y veas que soy COLORADO y entiendas que decirme Negri te deja, cuanto menos, como una pelotuda importante. Ah, y 100 de paleta y 100 de fiambrín. Gracias, Gordi.

Le decimos SI a comprar boludeces en Groupon: el pobre con aspiraciones tiene un nuevo aliado, que le permite gozar de esa increíble sensación de haber encontrado una ganga, aunque esté comprando una almohada descontracturante o se esté haciendo depilación definitiva atrás de las rodillas siendo hombre.

Le decimos NO a los policías que abusan de sus poderes: no, no hablo de gatillo fácil ni de garroneo de pizzas; lo que no queremos es que, al manguear la pizza, se nos cuelen en la pizzería; no queremos, nosotros que pagamos el boleto, viajar parados mientras 4 cabos de la 44 de Liniers que viajan gratis se sientan en el 343. Todo bien con el servicio a la comunidad, pero tampoco la boludez, viteh.

Hay otro montón de cosas a las que les subimos o les bajamos el pulgar, por supuesto, lo que no hay es tiempo.

Le decimos NO a la bolsa de agua caliente con ojos.

Cambios

Vi a un señor entrado en años y en kilos que nos regalaba a todos los pasajeros del San Martín los hermosos poemas musicales de Enrique Iglesias.

Vi que alguien que me agregó al FB usa una aplicación que se llama "pedile una frase a Arjona".

Vi a una amiga pedirle a la camarera del Cariltos, como si fuera lo más normal del mundo, que le quemara bien la yema del huevo frito "porque no le gusta la yema blandita", y después postre "sin dulce de leche, porque no me gusta".

Vi esas y muchas otras aberraciones y aún así puedo seguir viviendo. Tengo miedo, me parece que me estoy volviendo viejo y tolerante.

Le pedís una frase y te tira una torta frita.

El mejor de los reconocimientos

Iba a escribir alguna pelotudez sobre la gente que habla en diminutivo apenas te conoce o los que usan buzos polar con águilas y montañas nevadas, hasta que recibí la mejor imagen del mundo.

Señoras y señores, con ustedes Machito Ponce.

Tienes un email

Dios me envió el que quizá sea su mail más triste desde que tenemos relación cibernética. Y, como siempre, lo comparto con ustedes, queridos chichipíos.

De: Dios [mailto:diosito-kpo@mac.com.ar]
Enviado el: jueves, 06 de octubre de 2011 06:11 a.m.
Para: Ale Piloto (semeapagoelpiloto@yahoo.com); Bill Gates (guilleportones@live.com); Guillermo Cherasny (boobies@nytimes.com.ar); Marcelo Araujo (siseñorgrondona@futbolparatodos.com.ar); Zulma Lobato (aaaggkkgkaakkkkaarrrgñgg@cronicatv.com); Cynthia Fernández (setevelatuti@ideasdelsur.com); Mirtha Legrand (asino@lanacion.com); Alejandro Fantino (necesitounfrancosemanal@elprogramadefantino.com)
 

Asunto: Shockeado

Ya no sé qué pensar, viejo. Estoy empezando a sospechar que me están haciendo una cama, o una cámara oculta o algo así. Imaginate que llamás, pedís una grande jamón y morrones y dos empanadas de roquefort, y te mandan 100 de paleta sanguchera y medio kilo de helado de sambayón; bueno, eso me pasa a mí: hace años que vengo pidiendo a Cacho Castaña y me mandan a Fernando Peña, a Sandro, a Mitch, a Mercedes Sosa, a Romina Yan, a cualquiera menos a Cacho. Pero lo de ayer ya es una abuso: Steve Jobs, viejo, se fueron al carajo. Posta, no es gracioso, el tipo revolucionó el mundo, no tienen respeto por nadie. A ver si lo entendemos: ¿Joey Ramone y Steve Jobs sí, Arjona y Montaner no? ¿Estamos todos locos? Después se quejan por los tsunamis, el precio del dólar y los libros de Toti Pasman. ¡Jódansé!

Carajo, hoy estoy enojado. Me voy a jugar al Angry Birds.

D

Sent from iPad

 

 Encima este Windows de mierda se me cuelga, carajo.

Qué injusta es la vida.

Avistaje de famosos

Mi condición de non-cholulismo hace que nunca le dé demasiada bola a la gente famosa con la que me cruzo tanto en la calle como por cuestiones de laburo, pero parece que tengo una considerable tasa de avistaje de famosos.

En mi tierna y ya lejana juventud tuve el dudoso privilegio de haberle vendido celulares a Pancho Dotto y Guillermo Barros Schelotto.

En La Negra, sin dudas el mejor boliche que haya tenido esta ciudad alguna vez (pasaban los Ramones, jugabas al black jack y al básquet por tragos y te regalaban medialunas a la salida, entre otras cosas), compartí tragos con un horripilante y siniestro Marilyn Manson.

Me crucé a Robert Plant por la calle Florida.

Por laburo tuve un almuerzo con Riky Martin y no fui; mis amigas mujeres y mis amigos lulas me recagaron a puteadas, como si haber ido les hubiera significado que el muchachito les tanteara las nalgas a ellos.

Entre los que hubiera querido conocer y no pude, el más marcado es Joey Ramone, y pudo haber sido porque un amigo laburaba en sus recitales y jamás me pudo llevar.

AGREGADO: casi me olvido de uno de los mejores momentos de mi vida: estuve en el ring con Titanes en el Ring, y Martín Karadagian me hizo "el cortito". Cuánta magia, cuánta nostalgia.

Y al que sí nombro con infinito orgullo, es al GRAN Machito Ponce. Laburé con él, y no sólo eso, sé fehacientemente que lee este blog casi diariamente.

Para eso sirve conocer a gente famosa. Qué me venís con Messi o el lustraglandes de Cristiano Ronaldo.
Machito Ponce, ¿mentendés? ¡Machito! ¿Quién dijo que la vida es una mierda, eh?

Ahola te voa poné a leel, y no es chacotera.

Pegame ésta

Los seres humanos tenemos una especial capacidad para esparcir rápidamente esos dos grandes flagelos de la humanidad: las enfermedades venéreas y las modas pelotudas.

Hace unos años, sin siquiera darnos cuenta, estábamos todos poniéndonos remeras con imbecilidades en italiano, cosa que no sólo es estúpida de por sí, sino que además implicaba que nadie era consciente de lo que decía cada una. Sólo importaba que la frase estuviera en italiano, aunque fuera la traducción literal de "tengo un CD de Valeria Lynch" o "voté a Cherasny".

Nos fumamos ver a las minas disfrazadas de pochoclo con sus babuchas símil bolsa de caca y, el horror, hasta a algunos hombres. De golpe estábamos rodeados de cientos de MC Hammers, era el acabóse.

Por suerte no todo es malo en la vida y, como recompensa por el daño anterior, desde hace unos años los hombres gozamos del recreo visual de las polleritas de jean y las calzas.

Pero no todo es moda de indumentaria, lamentablemente. Y he aquí uno de los peores flagelos de la nueva era: los stickers de la familia feliz. Ya no sólo tenemos que enterarnos cuántos hijos tiene una mina por la cadenita con muñequitos que le cuelga del cogote; no, ahora es obligatorio pegar un calco en la luneta del auto con detalle de TODA la familia: mamá, papá, hijo, hijo, hija, perro, cacatúa, ficus y abuela con incontinencia y Alzheimer. ¿Quién fue el cráneo al que se le ocurrió esta genialidad? Si alguno se lo cruza, ¿me hace el favor de matarlo a cascotazos?

Parece que el próximo paso es poner el currículum ploteado en la luneta, con remuneración pretendida y todo; horarios en que la casa está sola y dónde pensamos ir de vacacaciones.

Y si pensamos que muchos de estos energúmenos, además de mostrarte a su familia en la luneta, lo hacen con Arjona saliendo de sus parlantes, nos tenemos que matar todos.

Y después nos quejamos del paco, viejo.

¿Quiénes tienen un boludo en la familia? Mamá, la nena, la otra nena...

Perfiles: mundo postre

En la vida existe un elemento que, sin necesitar nada más, dice todo lo que hay para decir de cada uno de nosotros: el postre. A saber:

El flan con dulce y/o crema: el flanista sabe que encontró su lugar en el mundo. Hay otras cosas, sí, pero nada lo saca de ahí, porque el flan es un clásico que permanece en el tope más que justificadamente. Cada vez que prueba otro postre se arrepiente y piensa "¿quién carajo me manda a comer higos en almíbar?" y se autoflagela.
Por otro lado, el que come flan solo, sin crema o dulce, sólo garcha haciendo el misionero y con la luz apagada.

El helado: el que pide helado en un restaurant es alguien que, claramente, no tiene claras las nociones básicas de la vida. O sea, pedir helado en un restaurant es como pedir pastas en una parrilla; sí, hay, pero sos un boludo. Por gente como ésta existen lugares como Farmacity, una farmacia que vende DVDs de Disney y alfajores Cachafaz. ¿Estamos todos locos?

El almendrado: supongamos que en su momento fue algo que valiera la pena (es difícil, pero hagamos el esfuerzo), el almendradista es alguien que, a diferencia del flanista, está anclado en un pasado que no sólo no es mejor, sino que se niega a reconocer el avance, la evolución. Este especimen cree que el almendrado es la máxima creación y lo demás apesta. Es el que te dice "a mí dejame con el Nokia 1100 que lo pasás por arriba con el auto y no le pasa nada". Es el mejor ejemplo de la diferencia entre un clasicista y un conservador o, para ser más exactos, entre un conocedor y un flagrante pelotudo.

El queso y dulce: para empezar, el amante de este sagrado postre no le dice "postre vigilante" sino "queso y dulce", qué me venís con boludeces. Es hogareño y comete el error más básico de la gastronomía: va a un restaurant y pide algo que podría hacer en su casa. Andá y pedite algo difícil, macho, que para eso estás pagando. Es de los que engañan a su pareja con alguien igual y ni siquiera saben explicar por qué. Pero la verdad es que lo hacen por amor.

El postre palermitano: el innovador, el que pide trufas de maracuyá en suave salsa de rosas acarameladas con espuma de natilla es alguien arriesgado, que no está atado a convenciones y que no teme ser descubierto en un acto de innegable pelotudez. Al mismo tiempo, supone que ser arriesgado en menesteres palermitanos lo envuelven de un halo de coolez, y no, negro, estás comiendo clara a punto nieve con azúcar. Pero está bien, no cualquiera levanta la mano y pide eso con entereza.

El arroz con leche: es de valiente, de hombre de pelo en pecho. Este cronista, arrocista histórico, supo ser acusado con la frase "si escuchás los Ramones no podés comer arroz con leche". Cuánto desconocimiento, señores. A ver si entendemos: si en lugar de una manzana, Adán y Eva hubieran comido un plato de este glorioso postre, Dios no se hubiese animado a echarlos.

Después hay otras boludeces que no merecen ser analizadas, como los duraznos en almíbar. Ir a un restaurant y pedir que te sirvan algo que sacaron de una lata es, cuanto menos, una estupidez.

 Este pibe pide peras en almíbar. No sé, vos fijate.