El infierno en la tierra

Dicen que Dios, ante la rebeldía de Adán y Eva, los castigó con la expulsión del paraíso y con un brote de hongos vaginales inmunes al Dermovagisil, aunque esto último no está del todo chequeado. Bueno, si ellos se sintieron castigados, es porque nunca en su vida tuvieron que hacer un trámite municipal. Al lado de eso, la expulsión del paraíso es como si me castigaran a morir de sobredosis de sexo con Jennifer Aniston y Megan Fox, juntas.

Tuve que hacer un trámite simple: ir a un juzgado de paz a autorizar al pibe mío a salir del país. El lugar, una hermosura: paredes ocres, carpetas con papeles amarillos, un viaje sin escalas a 1963.

Para hacer el trámite tuve que llenar 2 (dos) copias del formulario, que los venden en la fotocopiadora de la esquina. Llené la primera, había un enmiendo en mi DNI, no sirve. Otra vez a la fotocopiadora. Iba por la mitad, y el que me prestó la lapicera negra se tuvo que ir; completé con azul, no sirve. Fotocopiadora, formulario y Bic negra nueva. Llené el primero y el segundo, se me explotó la Bic manchando el segundo formulario. Fotocopiadora. Formularios completos. "Ahora andá al Banco Provincia que está a 7 cuadras, pagá 5 pesos y traé el papelito que te dan. Pero no te hagas problema que no lo tenés que traer ahora... tenés que venir el lunes". Y eso que, según la chica que me atendió, tendría que haber ido otro día a firmar el libro de actas y recién ahí hubiera tenido que ir al banco, pero se apiadó de mí porque me salió todo mal.

Dios debe existir, pero seguro que en su puta vida pisó una dependecia de AFIP o una oficina de ANSES. O sí, y eso explicaría la existencia de Oggi Junco.

¿Trajiste el formulario?