Agarrame el muñeco.

Laburamos con Ale cerca de los cines Showcase y el Carrefour (ex Norte) de Monroe y Montañeses. Vamos de vez en cuando al patio de comidas o al mismo súper para comprar alguna que otra boludez (si, si, el post de ayer) pero en la parte de abajo, apenas entrás, hay dos de esas máquinas para agarrar peluches con el gancho y en una están los muñecos más feos de personajes conocidos (Shrek, Pato Lucas, etc). Yo personalmente no puedo resistirme a eso. El comprar muñecos truchos es algo que me tira. Ya encontré en el Barrio Chino el muñeco inflable más feo del Hombre Araña jamás creado por el hombre y cada vez que vamos ahí terminamos gastando unos dos o tres pesos en la maquinola, puteamos porque nunca agarramos nada y nos vamos.

No entiendo cómo la gente (y yo claramente estoy incluído en esta máxima) sigue cayendo en esas maquinitas del orto cuando todos sabemos que la chance de agarrar lo que uno quiere es de una en tres mil millones.