Llamado a la solidaridad.

No me acuerdo cómo pero el otro día me tropecé con esto sin darme cuenta y me dejó pensando. Uno cuando se sube a un ascensor, a un taxi o cuando espera a alguien y habla con un portero tiende a hablar gansadas. Gansadas que a nadie le importan pero se hablan igual. No sé si es por necesidad de uno o qué pero sucede. ¿Los temas habituales? Fútbol, el tiempo y putear al político que haya salido en la primera página de los diarios ese día.
Yo digo que hay que salir con nuevos temas. El fútbol bien, vaya y pase, dentro de todo es el mejorcito porque se renueva (ya los partidos se renuevan) pero la política no tiene remedio y las conversaciones del tiempo ¡ya aburren de sobremanera! El método para hablar del tiempo es a prueba de pelotudos: si hace frío hay que reforzar esa teoría y viceversa.
¿Cuáles serían los nuevos temas? Obviamente nada muy profundo, reemplazar esos previos con nuevos totalmente superfluos, igual de poco importantes y rápidos de desechar una vez bajados del taxi o del ascensor.
Yo tiro uno nuevo, el arranque iría así: "¿Vió que hay ciertas cosas imposibles de hacer como por ejemplo chuparse uno mismo su propio codo?"